América se ha convertido en el epicentro del brote de viruela del mono, con la mayor cantidad de casos en el mundo, alertó la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Hasta el 6 de septiembre se han notificado más de 30.000 casos de viruela del mono en América, especialmente en Estados Unidos, Brasil, Perú y Canadá, informó la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne, en rueda de prensa virtual. “Mejoran los sistemas de vigilancia” “Las dos regiones más afectadas han sido Europa y Estados Unidos, pero en Europa ya empieza a haber una disminución, y es lo que esperamos que suceda también en las Américas dentro de varias semanas”, explica el Dr. Marcos Espinal, subdirector interino y director de Enfermedades Transmisibles en la OPS. Sin embargo, subraya, “en las Américas los países tienen muy pocos casos, a pesar de que los sistemas de vigilancia, a medida que vayan mejorando, pueden detectar más casos. Ya los países, todos, tienen la capacidad para diagnóstico y detección. La OPS los ha capacitado a todos. Entonces decimos epicentro, pero no significa que está aumentando. Es que se están detectando casos que quizás no se diagnosticaban y ahora se diagnostican, porque también mejoran los sistemas de vigilancia”. Evitar la estigmatización ¿Qué medidas se pueden tomar para evitar su propagación? Según el Dr. Espinal, detectar y aislar es esencial: “No es una enfermedad como la Covid que se transmite por el aire. Esta es por un contacto físico. El 98% de los casos es en hombres que tienen sexo con hombres. La OPS está trabajando con la comunidad LGTBQ+. Lo que se pide si uno está enfermo, es evitar los contactos sexuales, ser cuidadoso porque son pústulas o lesiones en la piel que se le van a transmitir a la otra persona”. La OPS pide evitar la estigmatización, que puede tener como efecto que las personas no se hagan pruebas cuando presentan síntomas. “El estigma no tiene cabida en la salud pública”, afirmó Carissa Etienne. El Dr. Espinal, por su parte, recalca la importancia de “hacerse la prueba” incluso si hay sólo una o dos lesiones, y a partir de ahí “ver quiénes son los contactos que han tenido y aislarlos, y si no están enfermos, en ese caso se les puede administrar la vacuna”. Vacunas Como las vacunas contra la viruela símica son limitadas, la OPS recomienda que se dé prioridad a los grupos de alto riesgo y a la comunicación. “La vacuna es una herramienta de ayuda. No se recomienda para población masiva porque el efecto principal es para los contactos de las personas diagnosticadas con la enfermedad, para evitar la enfermedad en la preexposición y en la postexposición. También se recomienda para los trabajadores de salud, de laboratorio principalmente, que manejan el virus”, detalla el Dr. Espinal. En todo caso, “no es una enfermedad letal: han muerto muy pocos casos, y los casos que han fallecido es porque han tenido otras enfermedades coadyuvantes; por lo regular hay una recuperación buena”, concluye el especialista.