El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador comienza este 5 de mayo su primera gira por Centroamérica, después de cuatro años en el poder. El mandatario viajará por Guatemala, Honduras, El Salvador, Belice y Cuba con la intención, dice, de estrechar lazos de cooperación regional. Su país tuvo en 2021 un flujo de migración indocumentada cinco veces superior al promedio de los últimos años y AMLO no oculta su intención de cortar el grifo. La víspera de su gira por Centroamérica, Andrés Manuel López Obrador anunció que reforzará su frontera sur para frenar la llegada masiva de indocumentados. “Nos hemos sincronizado a la política de seguridad de Estados Unidos” “Tenemos que proteger la frontera sur, para proteger a los migrantes. La travesía por el país es muy riesgosa”, dijo el presidente mexicano. Un mensaje a sus homólogos de Guatemala, El Salvador y Honduras, que visitará, dice, con la intención de dar a conocer su política en materia de desarrollo y cooperación. “En la narrativa del gobierno mexicano, se pretende un cambio de visión, de lectura sobre la movida migratoria. Con eso hemos comenzado, la actual administración, y no hemos salido de la narrativa. En la práctica, más bien nos hemos sincronizado mucho a la política de seguridad, de los perímetros de seguridad de Estados Unidos, en la práctica de contención, represión o incluso clandestinización de los movimientos de migrantes, particularmente en el contexto de las caravanas. Entonces parece que vivimos en dos mundos paralelos”, analiza Javier Urbano, profesor especialista de migración en la Universidad Iberoamericana de Ciudad de México. “Soluciones entre complejas e imposibles” Se espera que AMLO insista en implementar programas de creación de empleo como el que ya ha exportado a Honduras, Guatemala y El Salvador, que se llama “Sembrando Vida” y consiste en reforestar zonas a cambio de salario. “Pongamos un ejemplo: si yo doy 5.000 empleos en San Pedro Sula, y San Pedro Sula tiene un grave problema de inseguridad, de falta de productividad, de violencia continua, secuestros, extorsiones, y en donde es inestable prácticamente toda variable económica, evidentemente un empleo no puede ser permanente si es que no es alimentado por condiciones de estabilidad socioeconómica interna. Adentro del sistema estructural de la movida migratoria, no tiene ni posibilidades ni capacidades el gobierno mexicano para atenderlo. Requeriría un concierto muy amplio de naciones, entre ellas Estados Unidos, y como Estados Unidos no aparece en el diálogo en este momento, entonces ciertamente las soluciones para la región son entre complejas e imposibles en el plazo que le queda al gobierno mexicano”, explica Javier Urbano. México contabilizó en 2021 más de 300.000 ilegales y Estados Unidos arrestó a diario en la frontera a unas 8.000 personas. Un promedio cinco veces mayor al que se registraba en 2019.