Este martes el presidente estadounidense Joe Biden recibió a su homólogo, Andrés Manuel López Obrador, en la Casa Blanca. El mandatario mexicano hizo hincapié en la necesidad de trabajar en conjunto con el gobierno estadounidense en temas de seguridad fronteriza, tráfico de drogas y armas. Además, propuso abrir el mercado mexicano energético a la inversión estadounidense. Por Marilyn Lavado, con informaciones de nuestro corresponsal en Washington, Xavier Vila. En su visita a Washington, este martes 12 de julio, el presidente mexicano urgió a su homólogo estadounidense a acometer un programa agresivo para resolver el problema migratorio que afecta a los dos países. Lo retó a dejar atrás el estatus quo en la frontera a partir de dos puntos fundamentales que López Obrador ya adelantaba a un grupo de enfervorizados seguidores que lo esperaban a la puerta de la Casa Blanca. “Primero, que se ordene el flujo migratorio para que nuestros migrantes no sufran, no se violen los derechos humanos. Y segundo, que los que ya están aquí y llevan años trabajando honradamente, se les reconozca sus derechos”, dijo AMLO. Resaltó la necesidad de una ampliación de visas de trabajo para los mexicanos. Un pedido que sería muy difícil de cumplir por el gobierno de Biden, estima Rodrigo Montes de Oca, del Centro de Estudios para Estados Unidos y México del Instituto Baker. “El presidente mexicano no tiene buen clima en el Congreso de Estados Unidos. Para ampliar estas visas se necesita pasar por esa vía legislativa”, detalla para RFI. Añade sin embargo se puede encontrar un punto medio que beneficie a ambas partes. “A ambos les queda poco tiempo en la presidencia para lograr una reforma migratoria más inclusiva. Lo único que se puede lograr es una extensión de las visas temporales para el sector agrario”, explica. Concesiones energéticas Joe Biden pidió paciencia para acometer estas peticiones ante la férrea oposición conservadora estadounidense, mientras López Obrador proponía cinco puntos básicos de cooperación, que además de la inmigración incluyen un trabajo conjunto para combatir la inflación abasteciendo gasolina y gasoductos de sur a norte, suspender aranceles, y fortalecer mercados. Sobre el tema económico, Montes de Oca destaca que el discurso del presidente mexicano fue de apertura a los mercados estadounidense cuando en años anteriores defendía una estrategia nacionalista. “Es un poco contrario al estilo de AMLO, me sorprendió para bien que llevara una propuesta tan concreta. Lo que estaba ofreciendo en un principio era como moneda de cambio para que el presidente estadounidense se comprometiera más con la reforma migratoria. Sabemos que el presidente mexicano tiene una agenda en materia energética sumamente nacionalista. El Congreso de Estados Unidos a presentado muchas quejas sobre discriminación hacia la empresas estadounidenses”, dice. En definidas cuentas, los dos presidentes mostraron un tono conciliador tras su sonoro desencuentro en junio pasado, cuando López Obrador declinó atender la cumbre de las Américas organizada por Biden en Los Ángeles por la ausencia de Cuba, Nicaragua y Venezuela.