En América Latina, Ómicron se extiende de manera fulgurante y Argentina figura como la nación de la región con mayor incidencia de Covid-19. El último reporte del Ministerio de Salud confirmó 95.159 nuevos contagios en 24 horas. RFI conversó con Guillermo Weisburd, infectólogo de la Universidad Abierta Interamericana de Rosario. El martes, el Ministerio de Salud argentino informaba de un récord de 81.210 contagios en 24 horas, pero desde entonces las cifras han aumentado y se trata ahora de 95.159 nuevos contagios y 52 muertos por Covid-19 en 24 horas. Según el reporte diario de este miércoles, ya son 5.915.695 los casos confirmados y 117.346 las víctimas fatales en el país sudamericano. “Veníamos de una situación muy tranquila. Hace 15 días exactamente, el 20 de diciembre, apenas superábamos los 4.000 casos por día. En 15 días pasamos de estos 4.100 casos a 81.000. Esto habla de un pico ascendente vertical muy muy grande. Se da lo que ha pasado en el resto del mundo”, comenta para RFI Guillermo Weisburd, infectólogo de la Universidad Abierta Interamericana de Rosario. Unas cifras que se explican por la aparición de la variante Ómicron: “Ómicron es muy transmisible, más que las variantes anteriores, pero la buena noticia es que es menos grave. De manera que, si bien estamos atentos, de cierta forma hay una tranquilidad al ver que todavía hay muchas camas disponibles, no hay tantos internados, y menos internados con necesidad de respiración mecánica asistida”, prosigue Ginsburg. ¿Hacia una inmunidad natural? ¿Qué augura que Ómicron tenga este comportamiento? Según el infectólogo, “es demasiado prematuro sacar alguna conclusión. Yo adscribo a las opiniones de diversos epidemiólogos e infectólogos del mundo, como Anthony Fauci, que son optimistas en relación a que, al ser menos letal, y al haber un porcentaje de gente vacunada, nosotros podamos llegar a alcanzar esa tan ansiada inmunidad natural que ocurre por vía de la infección. Entre la infección y la inmunización activa de las vacunas, podemos llegar a tener una situación que haga que existan muchos menos susceptibles a contraer la enfermedad. Uno podría suponer en ese caso que el virus buscaría otras alternativas como ha sucedido con muchas enfermedades”. En cuanto al nivel de vacunación, detalla Weisburd, “Argentina está bastante bien, hay dosis suficientes. Por ejemplo, en la provincia de Santa Fe, con vacunación completa, es decir con dos dosis, existe un porcentaje cercano al 80%, y ya estamos alrededor del 13%-15% de terceras dosis aplicadas. De manera que, si se continua a buen ritmo, es probable que antes de la finalización de nuestro verano, nuestra población esté con una tercera dosis en un porcentaje mayor al 70%”.