Una investigación de The Wall Street Journal afirmó este 8 de junio que Cuba había permitido a China instalar una base de espionaje en la isla, algo que Cuba niega. Y aunque Estados Unidos tilda esta sospecha de “inexacta”, dice seguir muy de cerca los movimientos de Pekín en América Latina y en el Caribe. La noticia del The Wall Street Journal citando a varias fuentes de la Inteligencia estadounidense provocó gran revuelo entre los senadores. Otros medios como la CNN también corroboran la información. Desde la Casa Blanca, el informe fue calificado de inexacto, mientras que el Pentágono rechazó pronunciarse y no confirmó ni negó la información.El emplazamiento de una base china en la isla caribeña, a unos 200 km de la costa de Florida y junto a importantes bases militares, sin duda sería interpretado por Washington como una amenaza sin precedentes. Esta sospecha vuelve a tensar las relaciones entre Estados Unidos y el gigante asiático, tras las recientes crisis de los globos espías y las maniobras militares agresivas en el Mar de China. “Siempre ha habido un servicio de inteligencia muy potente de China instalado en Cuba. Tiene más que ver con el hecho de que se vayan a implementar tecnologías muy avanzadas aplicadas a la inteligencia. Puede resultar muy inquietante para el esquema mundial. Muchos quieren ver una pérdida de influencia de Estados Unidos, Pero eso todavía queda lejos”, estima Chema Gil, experto y director de estudios de seguridad de Universae. “Buscan ganar influencia”Este episodio, junto con las últimas crisis diplomáticas entre grandes bloques, evocan lógicamente a la Guerra Fría: “Nunca hemos dejado la Guerra Fría de forma total y absoluta. Pero es verdad, el mundo se aboca a una nueva Guerra Fría. Todas estas acciones de China y demás, yo creo que buscan ganar influencia, ganar espacio en cuanto a elaboración de inteligencia, ganarle a Estados Unidos pasos en su presencia mundial, inquietar al propio Estado norteamericano. Cuba sí se verá beneficiada porque tiene una economía paupérrima, pero no creamos que esas ayudas llegan al pueblo”, recalca Chema Gil. Las fuentes citadas por la prensa estadounidense no detallan si la construcción de la base de espionaje habría comenzado o no. Y el Pentágono, por su parte, aseguró este jueves seguir monitorizando muy de cerca las actividades de un ejército chino en plena expansión.