En Bolivia, el divorcio entre el presidente Luis Arce y el ex mandatario Evo Morales, parece ya irreversible. El Movimiento al Socialismo (MAS) debe decidir qué candidato presenta para los comicios de 2025 y la fractura no hace más que ahondarse día tras día entre estos dos ex aliados que quieren repetir en la Presidencia. La situación podría incluso desembocar en dos Congresos y en dos candidatos. No es un fenómeno nuevo en América Latina: un presidente escoge a su sucesor, lo aúpa y, una vez instalado en el poder, se convierte en su principal rival. Ocurrió en Colombia, entre Alvaro Uribe y Juan Manuel Santos; en Ecuador, entre Rafael Correa y Lenín Moreno; y ahora se repite el guión en Bolivia, entre el presidente Luis Arce y el exmandatario y líder del MAS, Evo Morales. Y eso que Arce fue ministro de Economía de Morales del 2006 al 2017 y es presentado como el padre del milagro económico boliviano.¿Por qué ahora hay esta fractura? Para entender esta pugna entre estos dos sectores del MAS hay que remontarse a la elección de Arce como presidente en 2020 en medio de la crisis política que estaba viviendo Bolivia.“Todo el movimiento al socialismo sabía que Luis Arce simplemente era un candidato de emergencia que posteriormente, pasado el mandato del 2025, Evo Morales iba a retornar a la presidencia de Bolivia”, explica Gabriel Villalba Pérez, Director del Centro de Estudios Geopolíticos CENAC de Bolivia.“Ese es el principal óbice que se encuentra actualmente en el movimiento al socialismo, porque el presidente Luis Arce y todo su equipo de la mano, fundamentalmente de David Choquehuanca, asumen que ellos podrían repostularse con las siglas del movimiento al socialismo y ellos podrían continuar pasado el 2025 una gestión más”, agrega.Esto podría desembocar en una escisión del MAS que se está cristalizando en acusaciones entre lo que el analista llama MAS orgánico y MAS burocrático, incluso con enfrentamientos como pudimos ver el fin de semana pasado durante el Congreso de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia: 450 heridos y dos directivas, una reconocida por el gobierno y otra por Morales. Ante este panorama, ya se habla de una tercera vía, la que podría representar Andrónico Rodríguez de 34 años, sindicalista cocalero y presidente de Senadores. “Creo que Andrónico Rodríguez va a ser el presidente de Bolivia, pero no el 2025. Creo que le falta una madurez política que todavía no está consiguiendo. Él es bastante joven y los espacios donde le ha tocado estar la presidencia de la Cámara de Senadores no ha sido del todo gratificante para que se siga fortaleciendo su liderazgo político a nivel nacional”, estima Villalba Pérez.“Sin lugar a dudas es un personaje muy importante de la política boliviana. El futuro del proceso de cambio me animaría a decir, pero creo yo que le debe también muchísimo a Evo Morales, porque es el vicepresidente de las seis federaciones del trópico de Cochabamba puesto en ese cargo justamente por Evo Morales. Podríamos decir el pupilo de Evo Morales en una construcción de evolución de ese sujeto histórico indígena, originario y campesino, que sin lugar a dudas tiene que cohesionar mucho más al ámbito rural con el ámbito urbano. Y esa va a ser su ganancia”, concluye el director del CENAC.