Este lunes se abren las discusiones de paz entre el gobierno de Gustavo Petro y la última guerrilla activa de Colombia, el Ejército de Liberacion Nacional (ELN), luego de cuatro años de silencio. Pero, ¿qué tan acertada es la escogencia de Caracas como sede de estas discusiones? Es lo que analiza con RFI monseñor Héctor Fabio Henao. El representante para las relaciones Iglesia-Estado, monseñor Héctor Fabio Henao, es una de las piezas clave de las discusiones que se reanudarán el lunes en Caracas. Antes de que alzara vuelo hacia la capital venezolana, pudo conversar con la enviada especial de RFI a Colombia, Angélica Pérez, sobre el papel de Venezuela en estas negociaciones, así como otros asuntos que estarán sobre la mesa. “La decisión de que Venezuela fuera país garante se tomó en tiempos del presidente Santos, cuando estos acercamientos comenzaron. Además de Cuba y Noruega, Caracas está desde la lista original, como sede y como país garante. Pero, además, la paz en Colombia es un tema regional, y no se puede ignorar que Colombia y Venezuela comparten una frontera muy extensa, de más de 2.000 km. Una parte del conflicto sucede en las zonas de fronteras y nuestros pueblos están relacionados”, dijo. En este análisis, monseñor explica la particularidad de estas negociaciones, diferentes a las que se llevaron a cabo con las FARC, en especial lo relacionado con la participación ciudadana. Las negociaciones con la última guerrilla reconocida del país fueron interrumpidas por el mandatario conservador Iván Duque (2018-2022), luego de que los rebeldes atacaran con un coche bomba una escuela de policía en enero de 2019. El atentado dejó 22 víctimas, además del agresor. Con la llegada al gobierno del izquierdista Gustavo Petro, las partes volvieron a acercarse. Hasta el momento, gobierno e insurgentes no han dado a conocer la lista completa de negociadores, aunque Petro ya designó al dirigente ganadero y opositor a su gobierno José Félix Lafaurie como parte de su delegación.