La Convención constitucional chilena publicó un primer borrador de la Carta Fundamental de Chile. El texto considera al país como un Estado social de derecho, plurinacional, intercultural y ecológico, y consagra un "catálogo de derechos sociales" ausentes en la Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet. La Convención Constitucional entregó este lunes para su revisión la primera versión de la nueva Carta Magna de Chile, que consagra un nuevo "catálogo de derechos sociales", en respuesta al reclamo de los chilenos por un país con mayor igualdad social. En su primer artículo, el proyecto de nueva Constitución señala: "Chile es un Estado social y democrático de derecho. Es plurinacional, intercultural y ecológico. Se constituye como una República solidaria, su democracia es paritaria y reconoce como valores intrínsecos e irrenunciables la dignidad, la libertad, la igualdad sustantiva de los seres humanos y su relación indisoluble con la naturaleza". Tras meses de debate, el texto “va a ser sometido a tres filtros”, resume Marco Moreno, constitucionalista y profesor en la Universidad Central de Chile: “Una comisión de preámbulo va a redactar la introducción del texto constitucional. Una comisión de armonización para revisar que no haya normas que se repitan. Y por último una comisión transitoria va a permitir poner en marcha el texto constitucional con la actual institucionalidad”. “Y finalmente ese texto se le entrega al presidente de la república Gabriel Boric el 5 julio y pasa a ser un proyecto de Constitución, el que debe ser sometido al plebiscito programado para el 4 de septiembre donde las chilenas y chilenos debemos pronunciarnos con voto obligatorio sobre si aprobamos o rechazamos la propuesta”, detalla Moreno, entrevistado por RFI. La pregunta del referéndum ‘¿Aprueba usted el texto de Nueva Constitución propuesto por la Convención Constitucional?’ será la pregunta a la cual tendrán que responder el 4 de septiembre próximo cerca de 15 millones de chilenos. Sin embargo, algunos de los pedidos quedaron fuera de la nueva Carta Magna como el referéndum revocatorio o la nacionalización de la minería. Estos temas serán más bien tratados a modo de leyes en el marco de la nueva legislación, en caso de que se apruebe el nuevo texto de Constitución. “Cerca de 499 artículos, mientras que la actual Constitución tiene 146, sería uno de los textos más largos en el mundo. Se introdujeron muchas situaciones, muchos derechos para salvaguardarlos. Muchas de las demandas están cubiertas en el actual borrador. Todas las demandas más sentidas como el derecho al agua, la restitución de los derechos de los pueblos originarios, la paridad en todos los órganos del Estado... Creo que se logró incluir muchas, por no decir todas las demandas que estaban presentes”. Para Marco Moreno lo esencial figura en el texto (garantía de derechos sociales, de salud y educación y vivienda digna), así como un nuevo orden político y de justicia. Sobre todo, cumple con su objetivo de remplazar o de ofrecer una alternativa la constitución que data de la era de la dictadura de Augusto Pinochet.