El presidente electo de Chile, el izquierdista de 35 años Gabriel Boric, visitó este martes a la Convención que redacta la nueva Constitución del país. RFI entrevistó al vicepresidente de la Constituyente, Jaime Bassa, quien aseguró que la institución seguirá siendo independiente del poder político de turno. RFI: ¿Qué implica el hecho que Gabriel Boric, el electo presidente chileno, haya llegado este martes 12 de diciembre hasta la Convención Constitucional? Jaime Bassa: Yo creo que fue un respaldo institucional muy importante. Recibir la visita del presidente electo de la República de Chile a dos días de la elección presidencial reafirma la importancia del proceso constituyente para la historia de Chile y para nuestra estabilidad política, social, institucional, y también refuerza el rol que cumple la Convención Constitucional en ese proceso. Creemos que es muy significativo que este diálogo se haya dado de manera honesta, espontánea, sincera, sin agendas ocultas. Porque reafirma el compromiso deferente que debe tener el poder constituido respecto al ejercicio del poder constituyente. Y estamos muy contentos y muy conformes con aquello. RFI: Esto viene a cambiar un poco dinámica que se venía dando con el actual mandatario, con Sebastián Piñera, con el que en realidad no ha habido mucha conexión y mucha relación. Jaime Bassa: Efectivamente la relación de la Constituyente con el actual gobierno ha sido trabada, trabajada y difícil. Tuvimos varios desencuentros los primeros dos meses que se fueron arreglando en el camino, principalmente durante el mes de agosto en conversaciones muy intensa y fructífera que tuvimos con el ministro Ossa. De todas maneras generó un tipo de relación institucional más bien distante, donde hemos recibido apoyo de parte del gobierno, pero también hemos tenido muchos problemas de gestión política y de conducción en la relación con el Gobierno. Específicamente con el presidente de la República no hemos tenido contacto alguno. Hemos tenido relaciones y reuniones de trabajo con tres o cuatro ministerios en ejercicio, ministro en ejercicio, pero no con el presidente. A pesar de que estuvimos dispuestos desde la Convención Constitucional desde el principio a tener una reunión con él. RFI: Gabriel Boric no es cualquier político, el acuerdo que hace nacer efectivamente este órgano esta Convención constitucional está firmado, entre otros, por él, pese a que en su sector bastantes se oponían. ¿Cómo lo leen ustedes y qué garantías da para el futuro de la Convención Constitucional el hecho de que Boric ya haya estado en esa primera instancia de creación? Jaime Bassa: De alguna manera representa lo que la Convención Constitucional está llamada a hacer, que es construir diálogos a partir de la diferencia política, abriendo los canales de la comunicación a quienes piensan distinto y no cerrándonos a quienes ya piensan como uno. Ese gesto del acuerdo del 15 de noviembre va en esa línea. Porque en aquel entonces el diputado Boric asumió un costo político importante. Pero diría yo que la historia ha demostrado que era muy significativo para la historia del país tener un gesto de generosidad importante que contribuyera a canalizar institucionalmente un conflicto político muy profundo, que sigue de alguna manera abierto. El hecho de que ese mismo diputado en ejercicio, hoy día presidente electo, concurra a la Convención Constitucional, dentro de las 48 horas siguientes a su elección, da cuenta del compromiso político que hay con ese diálogo democrático, con la apertura de los canales de comunicación, con el compromiso honesto y real que la Convención Constitucional debe tener con ese diálogo, con el hecho de construir desde la diferencia y no negando esa diferencia. RFI: El electo presidente Boric dijo varias cosas este martes, entre otras que no espera una constituyente al servicio del Gobierno. Pero ¿con qué se queda usted? Jaime Bassa: Me llamó mucho la atención que el presidente Boric explicitara que esta no es ni puede ser, una constituyente partisana como lo fue en su momento, por ejemplo, la Comisión de Estudios para la nueva Constitución que operó en la década del 70, redactando la Constitución del 80, que fue una comisión de derecha, formada por funcionarios de confianza de la dictadura militar. Nosotros estamos acá para cumplir el mandato del pueblo, de proponerle al país y a la ciudadanía, un proyecto de nueva Constitución pensado eventualmente para el próximo siglo. Con independencia de la contingencia política, con independencia de las elecciones, con independencia de la forma en que se van tensionado o desplegando las relaciones institucionales de los poderes constituidos. Yo creo que ese llamado de tener una Constituyente y una nueva Constitución pensando en el país y no pensando en posturas políticas particulares, debiera de alguna manera imprimirle un tono a la discusión dentro de la Convención Constitucional muy significativo. Debiera ser ese el camino por el cual transitemos los próximos meses. RFI: ¿Eso independiente de que muchas de las reformas que se plantea hacer el gobierno de Boric tienen mucho que ver con las demandas que la ciudadanía quiso plasmar en esta Convención Constituyente? Jaime Bassa: Yo creo que no son cosas incompatibles porque viviendo en una democracia, la institucionalidad tiene que ser lo suficientemente flexible, lo suficientemente receptiva para responder a las demandas del pueblo. El poder político radica en el pueblo, ahí está la fuente de legitimidad de todas las instituciones del Estado y dentro de ese paradigma que rige en el país, lo más razonable es pensar que las instituciones tienen que responder a la voluntad popular. Y si la voluntad popular hoy día se construye a partir de discursos que reivindican la salud universal, la seguridad social universal, la protección al derecho al trabajo, el reconocimiento y protección de las diferencias constitutivas del país, plurinacional, de la diversidad sexual, de la discapacidad, yo creo que eso es lo que la institucionalidad tiene que hacer. Precisamente porque en democracia quien gobierna y quien decide es el pueblo a través de esas instituciones. RFI: Gabriel Boric también dijo que va a apoyar y acatar lo que decida esta Convención Constituyente. Los plazos siguen siendo los mismos. ¿Cómo van a trabajar ustedes y también cómo van a ser las vías de enlace de esta Constituyente y del Gobierno que tiene que tomar posesión del cargo el 11 de marzo próximo? Jaime Bassa: Hay un canal institucional de comunicación entre el poder constituyente y el gobierno, que es el Ministerio Secretaría General de la Presidencia. Nosotros vamos a estar atentos y atentas a la designación de ese nuevo ministerio, ya sea un ministro o una ministra, para mantener la relación institucional a través de ese canal. Hay una secretaría técnica que está funcionando plenamente, con la cual hemos tenido una muy buena relación institucional en los últimos meses, que ha permitido que nuestras estructuras orgánicas administrativas funcionen de manera eficaz por el diálogo que hemos logrado generar con ellos. Esperamos que esa relación se pueda mantener pero además profundizar y mejorar los canales de comunicación entre el gobierno que asume el próximo mes de marzo y la Constituyente. Sin perjuicio de eso, el contenido de las decisiones que tome la Convención Constitucional no van a estar condicionadas por la coalición política que ejerce la primera magistratura de la Nación, sea el actual Presidente de la República, o sea el próximo. Porque el ejercicio del poder constituyente requiere no solamente de la deferencia del poder constituido, sino que especialmente requiere del reconocimiento de su autonomía para el ejercicio de sus funciones.