Seis años después de haber sido impulsada por el Partido Comunista, la reducción de la semana laboral de 45 a 40 horas ha recibido la aprobación oficial del Congreso. La media fue aprobada por una abrumadora mayoría: 127 a favor, 14 en contra y tres abstenciones. La nueva ley, que será promulgada por presidente Boric, se implementará de forma gradual. En el plazo de un año la jornada será de 44 horas, disminuirá a 42 en el tercer año de aplicación y a 40 horas luego de cinco años. La medida fue celebrada por la Organización Internacional del Trabajo. Fabio Bertranou es director de la OIT para el Cono Sur de América Latina: "Para la OIT, es un paso muy importante en materia de legislación laboral para Chile porque permite alinear la ley chilena al estándar que promueve la OIT, de 40 horas de trabajo semanales. Y es un paso muy importante para América Latina porque son pocos países que han adoptado este estándar” dice Bertranou. Chile se convierte entonces en el tercer país de América Latina en aprobar la semana laboral de 40 horas, acompañando a Ecuador y Venezuela. Presentada como el gobierno de Chile como una medida profamilia para mejorar la calidad de vida, hay pequeñas empresas y trabajadores que se preguntan el por pago efectivo de las horas extras, así como del trabajo informal del 27,3%, que escapa a la ley. Fabio Bertranou lo explica así: “Hay una preocupación por parte de algunos trabajadores. Recordemos que esta legislación va a aplicar para trabajadores del sector privado, así que algunos trabajadores del sector público se preocupan porque la composición del salario depende en gran medida de la posibilidad de hacer horas extra. Hay un compromiso por parte del gobierno para monitorear la aplicación de la ley en las empresas y hay una expectativa frente a los entes gubernamentales para que confluyan igualmente en esta semana de 40 horas”. En cuanto a los trabajadores informales, Bertranou opina que, siendo Chile uno de los países latinoamericanos con menos incidencia en la informalidad laboral, de manera que esta ley no tendría un riesgo considerable en el ensamble de los empleados. Recordemos que América Latina es una de las regiones en donde más horas se trabaja al año, con una de las tasas de informalidad laboral más altas, según la Organización por la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).