El presidente de Colombia, Gustavo Petro, nombró este martes a tres líderes indígenas en varios cargos importantes. La lideresa de la comunidad indígena arhuaca, Leonor Zalabata Torres será embajadora ante la ONU en Nueva York. Patricia Tobón, del pueblo embera, abogada y comisionada de la Verdad dirigirá la Unidad de Víctimas. Y Giovani Yule, sociólogo del pueblo Nasa dirigirá la Unidad de Restitución de Tierras. Colombia diversa podría ser el epíteto del nuevo gobierno de izquierda encabezado por un exguerillero que hizo la paz y una afrocolombiana, activista medioambiental y luchadora por la igualdad étnica y de género. Y desde este martes, en la embajada del país ante la ONU, la indígena Leonor Zalabata, O Guenywaya, su nombre tradicional en lengua arhuaca, reconocida luchadora por los derechos de las mujeres, la naturaleza y el pueblo Tayrona. “Con estas designaciones, el presidente Petro lo que hace es demostrar lo que somos en Colombia: un país pluriétnico y multicultural. No tenemos una historia de representatividad del país y con eso avanzamos hacia esa unidad nacional, hacia esa implementación de los derechos de la Constitución del 91”, asegura a RFI Leonor Zalabata. “Necesitamos que los acuerdos de paz que se han hecho en Colombia se implementen lo más urgentemente posible. Hay que continuar con todo aquello que ha sido positivo para conseguir la paz. Por supuesto, impulsar la terminación del conflicto armado en este país para construir esa paz firme que los colombianos necesitamos”, añade la recién nombrada embajadora ante la ONU. Paz para un país en el que se han asesinado más de 2.500 líderes sociales en el último cuatrienio. Más de 70 líderes indígenas al año pasado y 22 en este primer semestre. “Es muy importante, no sólo por el carácter inédito de esta presencia de líderes indígenas porque son indígenas, sino que hay que entender por qué llegan a este espacio”, analiza Juan Camilo Arias, historiador, Doctor en ciencias sociales y especialista en DDHH. “No es sólo porque han puesto muchos muertos, que los han puesto, sino porque han liderado luchas y movimientos importantes en los últimos años para el país, por ejemplo, en torno a la propiedad de la tierra, a la protección del medio ambiente”, explica Arias. Estos nombramientos ‘no responden a una especie de exotismo’ “No son nombramientos que responden a una especie de exotismo, es un reconocimiento a actores sociales que han desplegado una acción muy concreta y articulada en los territorios”, insiste el analista. Este 20 de julio asume en el nuevo Congreso, la indígena y activista wayuu Karmen Ramírez como representante del gobernante Pacto Histórico, elegida por los colombianos que viven en el exterior. Ella lidera la batalla contra El Cerrejón, la mina de carbón a cielo abierto más grande del mundo, ubicada en el departamento colombiano de la Guajira y de propiedad de la empresa suiza Glencore, a la que Ramírez responsabiliza de la muerte por inanición de 5.000 niños de su comunidad.