Los países que forman parte de Mercosur se reúnen este viernes virtualmente. Sobre la mesa está el futuro de esta unión aduanera, tras el bloqueo del acuerdo de libre comercio concluido con la Unión Europea y una creciente tendencia de los países miembros a buscar sus propios acuerdos de libre comercio. El Mercosur atraviesa una de sus mayores crisis en sus 30 años de existencia. Las ansias de flexibilización, sobre todo de Brasil y Uruguay, en pos de una mayor integración a la economía global chocan con reticencias de Argentina, causando grandes tensiones y declaraciones cruzadas entre los socios de este bloque que completa Paraguay en los últimos meses. El 5 de noviembre, Brasil anunció una reducción de 10% en los aranceles a sus importaciones en un intento por contener la inflación, pero sin contar con el acuerdo de todos los miembros del Mercosur, como establecen sus normas internas. Dos meses antes, Uruguay había anunciado el inicio de conversaciones con China hacia un posible acuerdo bilateral de libre comercio, contraviniendo una decisión del bloque del año 2000 según la cual los socios deben contar con la anuencia de sus contrapartes para sellar negociaciones con terceros países. Mercosur necesita una reforma pero sigue teniendo sentido como dijo a RFI Gustavo Perego, director de la consultora argentina Abeceb. Gustavo Perego: El Mercosur ha tenido un problema, que es la falta de acuerdos comerciales con otros países, de dos economías muy cerradas, que son las principales socias del Mercosur, Brasil y Argentina. Y principalmente un cambio en la estructura productiva hacia una mayor primarización de las exportaciones extra Mercosur. En términos generales, el Mercosur es un gran exportador de materia prima en todos los casos, sea mineral de hierro, sea productos agrícolas, sea petróleo. Con lo cual eso también termina trayendo este marco de referencia de necesidad de actualización en el Mercosur, porque ya no estamos en una economía de la década del 80 o en los 90. Ahora estamos en una economía integrada, ya no es como cuando estaba ni el muro de Berlín, ni el muro de bambú - que era el sudeste asiático - que no estaba desintegrado. Ahora todo está integrado en una misma economía. Nuestras economías con la idea de la unión aduanera necesitan una refuncionalización para poder subirse a las cadena de valor global. RFI: ¿Esa reforma del Mercosur de la que usted habla es factible con el panorama político actual en Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay? Gustavo Perego: Las condiciones estructurales indican que tenés que hacer una actualización. Pero las condiciones políticas de los cuatro miembros no lo permiten. El Mercosur es una unión aduanera de primera generación. La única cosa que ata el Mercosur es el arancel externo común y el no arancel interno. Con respecto a lo que se llaman acuerdos de segunda y tercera generación - acuerdos fitosanitarios, acuerdos de copyright, acuerdos de intercambios - que no toquen el tema arancelario, todos los países lo están haciendo por su lado. ¿Qué ocurre? La lógica de los dos socios mayores no cohesiona a los dos socios menores. Ese problema de fondo está muy difícil de ser arreglado. Y en tercer lugar, tenés una Argentina que directamente tiene su macroeconomía destruida. Bajo ese criterio no hay posibilidad de que el gobierno actual pueda realmente pensar en un proceso de integración de mediano plazo, porque hoy tenés tantos problemas internos que eso tapa cualquier tipo de estrategia de mediano plazo. RFI: ¿Y qué va a ocurrir con el acuerdo comercial Unión Europea Mercosur, bloqueado por Francia, entre otros países? Gustavo Perego: Era un buen acuerdo por dos factores fundamentales. Primero, porque el era el acuerdo central para que el Mercosur pudiera empezar a negociar con China, con Estados Unidos. También era muy importante para Europa porque viene perdiendo espacio en la economía ya hace bastante tiempo. Hoy por hoy fue totalmente desplazado por China y Estados Unidos. Empuja la región [Mercosur] a que empiece a pensar como piensa la zona andina, que hoy ya tiene más lazos con Asia y con Estados Unidos que con Europa. Bajo ese criterio, yo creo que si esto no avanza, pierden los dos.