Estados Unidos ha aumentado considerablemente el número de ucranianos admitidos en el país por la frontera mexicana. En plena política de restricciones por causas sanitarias y con la frontera sur cerrada para los inmigrantes, Washington anuncia que recibirá a 100 mil personas venidas de Ucrania. Tijuana se ha convertido repentinamente en una parada final para los ucranianos que huyen de la invasión rusa y llegan a la misma ciudad mexicana que miles de otros migrantes, en su mayoría centroamericanos que piden ser tratados igual que los ucranianos que atraviesan la frontera. “No veo a mi hija de cinco años. Entré a Estados Unidos por Texas hace seis meses. Luego, me subieron a un avión, me mandaron a San Diego y de allí a Tijuana, sin ninguna explicación”, cuenta Guadalupe Amaya Amaya. Es una salvadoreña que huyó de la violencia de las pandillas. Expulsada por las autoridades estadounidenses, ahora engrosa las filas de migrantes centroamericanos que esperan en Tijuana el fin de las restricciones para poder cruzar hacia EEUU. Desde hace unas semanas, ve a los ucranianos pasar masivamente la frontera abierta solo para ellos. “Los ucranianos pasan rápido, tiene la facilidad. Y aunque la situación de ellos es muy difícil, igual la de nosotros. Si van a pasar ucranianos, a lo mejor también centroamericanos. Que sea igual la manera de tratar”, pide. Debido a la guerra en su país, los ucranianos tienen un permiso humanitario especial para entrar a EEUU. Washington anunció que recibirá hasta 100 mil refugiados venidos de Ucrania. “Los están procesando con todas las facilidades del mundo”, apunta Soraya Vásquez, abogada y subdirectora de la organización binacional Al Otro lado que brinda ayuda legal a los inmigrantes, incluidos los cerca de 10.000 ucranianos que ha llegado desde Tijuana. “Les están entregando lo que es un parón humanitario para que puedan ingresar de manera legal a Estados Unidos y permanecer ahí hasta por un año. Ellos ya estando en Estados Unidos tendrán que decidir si quieren quedarse así, pedir asilo o algún otro tipo de visa”, explica. Con el pretexto de la emergencia sanitaria por la covid-19, la administración Trump puso en operación el titulo 42 para expulsar expeditamente a inmigrantes venidos del sur. Bajo el gobierno de Biden esta política ha continuado. Pero para los ucranianos se ha aplicado un régimen de excepción. “Lo que observamos es que hay una política selectiva, y que también estas medidas por las que cerraron la frontera y que tiene que ver con un tema de salud pública es una simulación. Antes de la pandemia había alrededor de 9.000 personas anotadas en esa famosa lista esperando cruzar a EEUU. Esas personas están aquí desde entonces, y no se les permite el ingreso a EEUU con esa justificación por un tema de contagios. Y llegan todas estas personas que, efectivamente, están huyendo de una guerra y tienen el derecho, pero para ellos no aplica esta norma de salud pública, entonces sí vemos una cuestión racista”, denuncia.