Hace 10 años, el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, suavizó la aplicación de las leyes de inmigración al anunciar una nueva política, la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, o DACA por sus siglas en inglés. Una iniciativa para proteger de las expulsiones a los inmigrantes irregulares que llegaron de niños a Estados Unidos. Hoy, el futuro de este dispositivo legal es muy incierto. Hace una década, el entonces presidente estadounidense Barack Obama lanzó una iniciativa para proteger a los inmigrantes irregulares que llegaron de niños a Estados Unidos, pero los "dreamers" o soñadores, como se les llama, siguen a la espera de una solución definitiva. “Cambios importantes” Cuando entró en vigor, el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, DACA por sus siglas en inglés, permitió a cientos de miles de migrantes que habían llegado a Estados Unidos antes de los 16 años acceder a un estatuto legal para dejar de vivir con el miedo de ser expulsados del territorio estadounidense. “Fue el resultado de mucho trabajo por parte de organismos de defensa de migrantes, pero en particular de migrantes mismos, quienes estaban abogando por un estatus permanente, un estatus que les daría la oportunidad de trabajar sin tener el temor de que elementos de Migración los detuvieran”, recuerda Pedro Ríos, presidente de la ONG Comité de Amigos, que defiende los derechos de los migrantes en California. “Fueron alrededor de 600.000 personas que pudieron tomar ventaja de este programa y para muchos de ellos, han logrado bastantes cambios importantes en sus vidas, como establecer pequeños negocios, poder seguir con los estudios…”, recalca. Limitaciones Sin embargo, DACA tiene limitaciones, puesto que no permite acceder a la ciudadanía plena, y cada presidente lo puede revocar. “Las personas que tienen DACA no tienen la habilidad de votar en las elecciones y aparte, si alguna persona bajo el estatus de DACA comete algún tipo de delito, eso podría también llevar la persona hacia la deportación. La persona con DACA tampoco puede salir del país, a menos de que presente una solicitud especial, y por eso mismo quienes tienen DACA siempre han abogado por algo más permanente”, detalla Pedro Ríos. Desde que Donald Trump intentó poner fin al programa DACA alegando que era inconstitucional, el dispositivo está en el centro de una batalla legal. La Corte Suprema de EE.UU. mantuvo su existencia, pero ya no se aceptan nuevas solicitudes. En 2021, un tribunal estimó que Obama se excedió en su autoridad al instaurar el programa y que sólo el Congreso podía hacerlo. Una decisión que fue apelada por el gobierno de Joe Biden. El caso será examinado por los tribunales en julio, por lo que el futuro del programa DACA sigue incierto.