El Departamento de Justicia estadounidense nombró este 12 de enero a un fiscal especial para investigar acerca de los documentos clasificados encontrados en una residencia y en una oficina de Joe Biden. El presidente de Estados Unidos se encuentra ahora involucrado en un caso curiosamente semejante al de su predecesor Donald Trump. ¿Enfrentan ambos el mismo destino judicial? Documentos clasificados provenientes de la Casa Blanca fueron encontrados en la residencia y en una oficina del mandatario estadounidense Joe Biden. La historia se repite a pocos meses de diferencia, puesto que algo parecido ya ocurrió con su predecesor Donald Trump. Diferencias entre Trump y Biden “Hay diferencias importantes en los dos casos, en cómo salieron a la luz los documentos, su volumen y, lo más importante, cómo respondieron por un lado Trump y por otro lado, Biden. En el caso de Trump, él y sus ayudantes resistieron los repetidos esfuerzos del gobierno para recuperar los documentos que fueron señalados por los archivos nacionales. En el caso de Biden, fueron sus abogados que encontraron los documentos y que informaron a los archivos nacionales”, detalla para RFI Reed Brody, ex fiscal adjunto del estado de Nueva York. Según él, “esas diferencias pueden tener implicaciones legales importantes, porque la Ley de Espionaje, por ejemplo, tipifica como delito que alguien sin autorización deliberadamente retenga un secreto de seguridad nacional o que no lo entregue a pedido”. Robert K. Hur, consejero especial El fiscal general de Estados Unidos Merrick Garland, citando “circunstancias extraordinarias”, nombró a un consejero especial para investigar el manejo de estos documentos clasificados. Garland nombró a Robert K. Hur, ex fiscal federal en Maryland que se desempeñó como alto funcionario del Departamento de Justicia durante la administración Trump: “Firmé una orden designando a Robert Hur como consejero especial para el tema que acabo de mencionar. El documento lo autoriza para investigar si ‘alguna persona o entidad violó la ley en relación con este asunto’”, declaró. “Para el interés público, era importante dar un paso más y nombrar a un fiscal que tiene más autonomía cotidiana que los fiscales del Departamento de Justicia, que pueden ser destituidos solamente por mala conducta, pero no son totalmente independientes. Conociendo al fiscal general Merrick Garland, él es muy by the book con las reglas. Nombró a un republicano, y yo creo que harán todo para que no aparezca ningún signo de política partidaria”, comenta Reed Brody. En última instancia, explica el ex fiscal adjunto, el ministro de la Justicia es quien validará alguna imputación. Si decide oponerse, corre el riesgo de una guerra política. Karine Jean-Pierre, la jefa de prensa de Joe Biden, dijo que la Casa Blanca seguirá cooperando con el Departamento de Justicia y con el consejero especial para demostrar que estos documentos fueron puestos en estos lugares de forma inadvertida. Estos descubrimientos se conocen semanas después de que Merrick Garland, el fiscal general de Estados Unidos nombrara a Jack Smith consejero especial para llevar a cabo una investigación sobre el mal manejo de cientos de documentos clasificados que fueron llevados a Mar-a-Lago después de que Trump terminó su presidencia.