El mismo presidente Joe Biden llegó a la Casa Blanca con la promesa de no permitir nuevas perforaciones de petróleo y gas en terrenos federales, incluso reforzó su compromiso con el Acuerdo Climático de París. Por eso la decisión de su administración de aprobar el proyecto petrolífero Willow en Alaska, es considerado por muchas organizaciones como contradictorio, porque podría afectar el hábitat de las comunidades nativas, también opuestas al proyecto. El presidente Joe Biden llegó a la Casa Blanca con la promesa de que no iba a permitir nuevas perforaciones de petróleo y gas en terrenos federales, además se comprometió con el Acuerdo Climático de París para luchar contra el cambio climático, por lo que la decisión de su administración de aprobar un proyecto petrolífero en Alaska, es considerado por muchas organizaciones como contradictorio. El proyecto Willow está situado en una zona conocida como Reserva Nacional de Petróleo en tierras estatales, y podría afectar a las comunidades nativas que se oponen al proyecto. “Sabemos que el presidente Biden comprende la amenaza existencial del clima, sin embargo, está aprobando un proyecto que precisamente descarrila sus propios objetivos climáticos, es decir hay una gran contradicción en esta situación”, dice preocupado Robert Valencia, estratega de medios en español para la organización estadounidense Earthjustice. Legisladores de Alaska y patrocinadores del proyecto petrolífero, aseguran que Willow creará miles de empleos y contribuirá a la independencia energética de Estados Unidos. Se prevé una producción máxima de 180.000 barriles de petróleo al día. No obstante, numeras organizaciones medioambientales y de las comunidades nativas se oponen vehemente. De ser llevado acabo, el proyecto Willow será gestionado por ConocoPhillips, una multinacional estadounidense de extracción, transporte y transformación de petróleo. Se prevé tres áreas de perforación de las cinco solicitadas inicialmente por la empresa, con aproximadamente 219 pozos. El objetivo es producir 576 millones de barriles de petróleo en unos 30 años, según estimaciones de la Oficina de Administración de Tierras (BLM por su sigla en inglés). Y la emisión de 9,2 millones de toneladas de CO2 al año, que representa el 0,1% de las emisiones de gases de efecto invernadero en Estados Unidos en 2019. Aprobado durante el gobierno de Donald Trump, el proyecto petrolífero Willow fue detenido temporalmente por un juez en 2021. Una nueva revisión por parte del gobierno de Joe Biden lo revivió. Ante la amenaza de su aplicación Earthjustice “está analizando los detalles de la decisión final, pues es posible que haya litigios ya que no parece que el Departamento del Interior haya solucionado la gran cantidad de fallas legales que nosotros y otros socios, hemos identificado para la agencia de hecho antes de esa decisión”, explica Robert Valencia y añade: “exactamente no podría dar detalles, pero si podría decir que la actividad preliminar de ConocoPhillips es increíblemente destructiva y dañina”. Earthjustice insiste: "dicho proyecto pondría en peligro el refugio de vida silvestre más grande que queda en la región polar. Willow es hogar de osos polares, bueyes almizcleros, cientos de miles de aves migratorias y una de las manadas de caribúes más grandes que quedan en el norte polar. Alteraría y dejaría estragos en el área no desarrollada más grande de los Estados Unidos”. Por otra parte, el gobierno de Biden pretende prohibir la perforación sobre una gran zona del Océano Ártico que bordea la Reserva Nacional de Petróleo.