Este 3 de julio concluyó la reunión de los cancilleres de los países que integran el Mercosur. "Tener relaciones más equilibradas" es lo que ha pedido Argentina, en un contexto de tensiones por el endurecimiento de las demandas medioambientales de Bruselas. No obstante, las medidas que piden los europeos muestran que la lucha contra el cambio climático no es la misma en todo el mundo, y que las desigualdades tecnológicas y el desarrollo económico de cada región pueden determinar los acuerdos ambientales y comerciales. Los cancilleres del Mercosur abrieron este lunes una reunión con el llamado de Argentina a "actualizar" el acuerdo comercial alcanzado con la Unión Europea y tener relaciones más equilibradas entre los dos bloques.“Neoproteccionismo”Las actuales negociaciones con la Unión Europea en términos ambientales dejan al descubierto las desigualdades tecnológicas entre los dos bloques. Para entenderlas, Óscar Fernández-Guillén, economista y docente en la Universidad de los Andes, propone el concepto de “neoproteccionismo”.“El neoproteccionismo es incluso más desigual porque la Unión Europea exige a los miembros del Mercosur cumplir con una especie de compromiso verde que por los niveles de desarrollo quizá sea más difícil de alcanzar. Los países del Mercosur son países en desarrollo, mientras los países de la Unión Europea, en su gran mayoría, son países desarrollados que tienen la tecnología necesaria para emprender procesos productivos que puedan reducir cualquier elemento contaminante. En el caso de nuestros países, ameritan inversiones previas que puedan conducir a esta reducción. Y justamente allí es donde nosotros hablamos de cuestiones de desigualdad en el desarrollo, porque no estamos ahora mismo preparados para asumirlo. Y esto hace la diferencia en ese inter-regionalismo de tipo Norte-Sur, entre el Mercosur y la Unión Europea”, detalla. “La realidad dice lo contrario”Sin embargo, Alemania importa carbón de Colombia, una energía fósil que acelera el calentamiento del planeta, y Francia busca en Chile extraer litio, una industria que destruye ecosistemas… “Lo paradójico de este caso es que, por una parte, la Unión Europea ejerce este tipo de medidas neoproteccionistas, pero por la otra, la realidad dice todo lo contrario. Si miramos los datos del año 2022 en términos de los intercambios comerciales, las principales partidas que se exportaron desde el Mercosur hasta la Unión Europea fueron en primer lugar petróleo e hidrocarburos. Luego, en segundo lugar, el café, en tercer lugar, la soja. Y luego están rubros como maíz, el hierro y la carne. Hay un poco de contradicho a propósito de un acuerdo comercial como el que se sigue discutiendo”, explicaÓscar Fernández-Guillén.Hasta ahora no existe una normativa para ejercer una justicia climática internacional ni la adopción obligatoria de medidas para combatir el cambio climático, excepto las sanciones comerciales como las que la Unión Europea pretende imponer en su acuerdo con el Mercosur.