Considerada como una crisis política en un inicio, los dos meses de manifestaciones continuas en Perú han dejado al descubierto la fragilidad de su democracia. El sur del Perú ha sido la región donde más manifestaciones se han registrado desde el día en que el país entró en una nueva crisis política, el 7 de diciembre de 2022, cuando el expresidente Pedro Castillo fue destituido y encarcelado. Poblaciones indígenas “Empezó cerca de Cusco, se extendió luego a Puno, y en general se ha ubicado en todo el sur peruano, coincidiendo con el territorio donde se han dado las reacciones más importantes de poblaciones indígenas que dijeron : ‘basta ya de ser considerados de segunda clase, queremos que nuestro voto, aunque no haya sido un buen gobierno, sea respetado, reconocido’”, explica a RFI Carlos Hertz, director del Centro Bartolomé de Las Casas, ubicado en Cusco. El Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (SUTEP) ha convocado a una nueva movilización nacional, al mismo tiempo los ronderos de La Libertad han viajado y dicen que van a bloquear una vez más en Lima. “Lima y el Perú están desbordados. El Perú está paralizado. Ha habido más de 120 puntos de bloqueos en todo el país, y eso tiene que ser entendido también por las autoridades gubernamentales. Es un mensaje muy político en el buen sentido de la palabra: queremos cambio de Gobierno, de régimen, de Parlamento, y queremos que las siguientes elecciones se generen bajo otras condiciones, en las que se escuche la voz de las poblaciones más marginales del país”, prosigue el director del Centro Bartolomé de Las Casas. Desafíos políticos Pedro Castillo duró menos de 18 meses en el gobierno, es el quinto presidente de Perú en seis años. Tres de ellos fueron destituidos por el Congreso, cuatro han sido perseguidos o procesados, y otro, Alan García, se suicidó en 2019, acusado de corrupción. “Necesitamos tener líderes diferentes, instituciones políticas y sociales diferentes, ése es el gran desafío a corto plazo. Pensemos también a mediano plazo y se suma un desafío que tenemos todos nosotros, que es recrear la vida política del país”, concluye Carlos Hertz.