Este 29 de mayo en Honduras falleció el periodista Ricardo Ávila, días después de haber sido herido de bala. Se trata del cuarto periodista asesinado en lo que va del año, y el número 97 desde 2001. El país centroamericano se considera uno de los más difíciles para la libertad de expresión y sus reporteros critican la impunidad ante los asesinatos. El periodista Ricardo Ávila es el cuarto comunicador asesinado en Honduras en lo que va del año. Según el Comité por la Libertad de Expresión C- Libre, Ávila era periodista y camarógrafo del canal de televisión y radio Metro de la ciudad de Choluteca, ubicada a 85 kilómetros al sur de Tegucigalpa, la capital. “Mucha consternación” Al principio se creyó que el asesinato de Ávila tenía que ver con un asalto, pero al encontrar sus pertenencias en la escena del crimen, esta versión fue desmentida y todo indica que lo atacaron por su trabajo periodístico. “Ricardo era una joven promesa del periodismo, estaba haciendo trabajo de comunicación social y hacía de camarógrafo en un canal muy reconocido de la zona sur. Salía de su trabajo y fue interceptado por una persona que le disparó a la cabeza. El joven, muy mal herido, fue trasladado a la capital donde falleció. Hay una versión oficial, las autoridades han manifestado que están muy cerca de resolver el caso. No hay mayores detalles, pero hay mucha consternación en todo el gremio”, indica el presidente del Colegio de Periodistas de Honduras, Osman Reyes. “Altísima tasa de impunidad” Reyes también se refiere a las preocupantes amenazas que viven los periodistas en el país centroamericano, donde 97 de ellos han sido asesinados desde 2001. “Al igual que el resto de la población, los periodistas estamos sometidos a altos niveles de inseguridad. Tenemos, además de las muertes, además de las intimidaciones, una altísima tasa de impunidad, porque los delitos simplemente no se investigan. En este momento es difícil decir quién asesina a los periodistas, quién o quiénes podrían estar detrás, y aunque se pide, pocas veces se investiga. La ausencia de la verdad es lo que nos complica más aún. No se sabe realmente las causas por las que muere la gente en Honduras”, recalca. Según Reporteros Sin Fronteras, la prensa hondureña vive un lento descenso desde hace más de una década, tras el golpe de Estado de 2009. El país sigue siendo uno de los más mortíferos para el periodismo en el continente americano, ubicándose en el puesto 165 de 180 países evaluados en el Índice de la Libertad de Expresión.