Se cumplen 60 años del embargo a Cuba, decretado en febrero de 1962 por el presidente John F. Kennedy para provocar un cambio de régimen. Pero éste no cambió pese a una situación económica desastrosa, (desplome del PIB en 2020 del 11%, y una más que tímida recuperación de sólo el 2% en 2021). El abogado Pedro A. Freyre, instalado en Miami, da clases en la Universidad y, desde la empresa Akerman, aconseja a las empresas de EEUU para hacer negocios con Cuba sin saltarse las reglas. Entrevista. RFI: Seis décadas después, ¿qué parte de culpa tiene el bloqueo en la pésima situación económica de Cuba y qué responsabilidad tiene el gobierno cubano? Pedro A. Freyre: El embargo ciertamente agrava la situación económica. Es incontrovertible que hace más difícil la situación económica. Y es que es el propósito del embargo que fue diseñado y sus proponentes te dicen que hay que imponerle estas sanciones a Cuba y que le duelan así que el embargo duele y duele porque entorpece y no permite utilizar por ejemplo el sistema internacional bancario y financiero estadounidense, lo hace prácticamente imposible. Aunque las exportaciones vengan de otros países eso entorpece ese movimiento porque si los productos tienen componentes norteamericanos, si suben de un cierto porcentaje, están sujetos a las restricciones de exportación estadounidenses. Trump volvió a poner a Cuba en la lista de países “patrocinadores del terrorismo” y la comunidad bancaria internacional hace el papel de organismo de sanción, se preocupa más que los gobiernos en no aceptar el riesgo de comerciar con un país que está en esa lista. De que el bloqueo lo pone peor, lo pone peor. Eso es indiscutible. RFI: ¿Y qué responsabilidad tiene el gobierno de Cuba? Pedro A. Freyre: Indiscutible también es que el sistema económico cubano no funciona, es desastroso. Es un sistema profundamente ineficiente y que no crea incentivos para la producción y la creación de valor. RFI: Usted aconseja desde hace años a empresas que quieren hacer negocios en Cuba sin infringir la ley. ¿Si yo quisiera hacer negocios, en qué condiciones podría hacerlos? Pedro A. Freyre: Lo primero que le diría es que si usted es una persona física o legal norteamericana lo que tiene que tener en cuenta es que está sujeto a la regulación. El segundo aspecto es que la regla general del embargo norteamericano es que uno no puede comerciar o tener transacciones financieras con personas o entidades cubanas a no ser que esté permitido por una licencia general o una específica de la Agencia del Tesoro estadounidense, la OFAC (Office of Foreign Assets Control) y las exportaciones sólo están permitidos en los sectores de comida y medicinas, en casos más restringidos. Todo lo demás está sujeto a ser licenciado. Por ejemplo, una línea aérea técnicamente puede volar a Cuba, pero es difícil porque está en el apartado de licencia general y tiene que tener la autorización de las autoridades de aviación de EEUU y cubanas. Hay restricción de número de vuelos y los destinos, va a ver una serie de problemas con las transferencias de pago. Es decir, se convierte en un ejercicio bastante complicado. RFI: ¿Y en el caso de la exportación de alimentos? Pedro A. Freyre: La comida es probablemente la más directa y la más sencilla. Por ejemplo, una empresa que quiera vender cereales a Cuba; esto está comprendido en una de las grandes licencias y excepciones de exportación. El problema ahí viene más de la parte de conexión con la agencia gubernamental cubana que hace las compras y entender una cosa que también impacta. Bajo la ley estadounidense que estipula las condiciones generales del embargo, no se permite financiar por ejemplo la venta y exportación de comida a Cuba. Así que Cuba tiene que pagarle en efectivo esa compra de cereales y obviamente Cuba en estos momentos está en bancarrota. No tiene efectivo. En la práctica ese tipo de operación se ha vuelto muy difícil. RFI: En estos 60 años, hubo un momento en el que hubo un proceso de descongelación con Barack Obama pero con Donald Trump se interrumpió. ¿Qué va a hacer el presidente estadounidense Joe Biden? Pedro A. Freyre: Una de las expectativas cuando fue elegido Biden era de que iba a haber un cambio en la política de Cuba, pero entonces ocurrió lo que ocurrió el 11 de julio. Hubo un momento popular de protesta por todo el país. Una protesta por la falta de recursos sanitarios contra el Covid-19, protesta por la falta de comida y protesta por la falta de libertades. Por lo sordo que estaba el gobierno en no oír lo que pide el pueblo. Entonces vino la explosión social y la represión. A partir de eso, cualquier posibilidad que hubiera habido de un relajamiento, ahí mismo quedó totalmente zanjado. Por ello, en este momento la relaciones entre los dos países están profundamente congeladas y yo no veo, a no ser que haya un cambio extremadamente dramático en Cuba, posibilidad en este momento de ningún relajamiento significativo.