El expresidente peruano, Alejandro Toledo, agotó todos sus recursos este jueves ante la justicia de Estados Unidos. Este viernes deberá presentarse a las autoridades para iniciar su proceso oficial de extradición a Perú, donde la justicia ha emitido una orden de captura por cargos de lavado de activos en el caso de Odebrecht. Melissa Barra conversó con su abogado peruano, José Roberto Su Rivadeneyra. RFI: Usted es abogado del expresidente peruano Alejandro Toledo. Este jueves la justicia estadounidense rechazó su último recurso para suspender su extradición a Perú, donde enfrenta cargos de corrupción. Toledo ha estado en arresto domiciliario en California y este viernes a la mañana debe entregarse a un tribunal. ¿Está dispuesto a colaborar? José Roberto Su Rivadeneira: Yo tengo la conversación con el presidente Toledo, que él sí va a poner a disposición del juez, porque ya en California los recursos se habían agotado. La orden del juez es que el día viernes se ponga a derecho. Una vez que el presidente se ponga a disposición de las autoridades de Estados Unidos, las autoridades del Perú tienen que ir a Estados Unidos para que le entreguen al presidente Toledo y luego lo tienen que trasladar al Perú. Entiendo que esos trámites deben demorar cuatro o cinco días. El ex mandatario interpuso un último recurso ante la Corte Federal del Distrito de Columbia y este fue rechazado. ¿Cuáles han sido los argumentos de su defensa para frenar la extradición? En Estados Unidos, a defensa a través de un hábeas corpus. Cuestionó la decisión del juez Thomas Hixson. Los abogados de Estados Unidos sostienen que no hay una causa probable porque las versiones que sustentan la acusación en Perú son dos testimonios de colaboradores que se contradicen, poco fiables, cuando la documentación sostiene que el señor Toledo no recibió los dineros que le acusan en el Perú. Sin embargo, el juez Hixson consideró en su decisión que esas contradicciones eran importantes, pero no le correspondía a él resolverlas ni analizarlas de fondo, sino a los jueces de Perú. El hábeas corpus ha tenido esto como tema de fondo, una indebida motivación, pero tanto en primera como en segunda instancia no ha caminado. No ha sido de recibo los argumentos de la defensa. Por eso es que está a punto de ejecutarse la extradición. ¿Ahora, una vez que se ubique en Perú, cuáles van a ser los próximos pasos de la Justicia? Cuando el presidente llega a Perú, acá tiene una defensa activa para enfrentar el juicio por el que se le está extraditando, que es el caso Odebrecht, que, dicho sea de paso, no es un proceso que esté para juicio, sino recién empezado el control de acusación, que es un proceso que demora más o menos unos seis meses a más. Sobre él pesa una orden de captura, una detención por 18 meses. Cuando él llega a Perú debe de ir a un penal. Sin embargo, de acuerdo a la información médica que se maneja, se está viendo la posibilidad de poder de repente solicitar que su detención sea domiciliaria, pero eso depende de los informes médicos que se están recabando.