"No van a poder detenernos" respondió el presidente de México López Obrador ante la suspensión definitiva de las obras del Tren Maya en su tramo 5 Sur ordenada por un juzgado del Yucatán. Según el fallo, las empresas del gobierno, Fonatur y Fonatur Maya, no cumplieron con el procedimiento de evaluación de impacto ambiental que debió obtenerse antes de empezar las obras. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no dudó en atacar a los demandantes del proyecto del Tren Maya, durante su rueda de prensa de este martes. “Son pseudo ambientalistas financiados por grandes empresas, sobre todo del turismo. Y también por gobiernos extranjeros” El mandatario mexicano se refiere al grupo de buzos y espeleólogos de cuevas y cenotes en la Riviera Maya que, acompañados por la organización civil Defendiendo el derecho a un medio Ambiente Sano (DMAS) presentaron el recurso de amparo ante la justicia de Yucatán y obtuvieron del juez una suspensión definitiva del proyecto, hasta que no se estudie su impacto medioambiental. Pepe Urbina es el primer buzo de cuevas en Quintana Ro que se sumergió en esta controvertida historia con el Tren Maya. “El tramo que tenían en la primera instancia era muy dañino para los cenotes. Nos pronunciamos y el gobierno nos escuchó. Se cambió el tramo hacia la carretera. Planeando un tren elevado en una zona que ya estaba impactada. Un día, de una manera muy abrupta, nos comunicaron que el tren se había cambiado seis kilómetros dentro de la selva,” lamenta el buzo Urbina. Fue entonces cuando contactó a los abogados de la ONG DMAS y preparó, junto a expertos académicos del país, un estudio que explica cómo funcionan los sistemas kársticos en la región. Sus grietas, cuevas, arrecifes coralinos, sedimentos marinos y sus joyas arqueológicas. “Los árboles que rompen el karst para alcanzar el agua que se encuentra bajo tierra y se acumula justo donde quieren construir el tren y se convierte en ríos subterráneos, pasando por el manglar y llegando al arrecife. Todo eso es lo que queremos proteger. Con esa información los abogados se presentan ante el juez, que preguntó por qué no hay ningún estudio de impacto ambiental,” detalla el experimentado profesional, que llevá dos décadas trabajando en la conservación de la fauna y flora local. Suspensión definitiva del más improvisado e irregular de los sietes tramos del Tren Maya, explica la maestra en políticas ambientales, Andrea Bizberg. “No tenemos ninguna información de cuánto se va a talar, cuántos kilómetros va a invadir la vía del tren, qué se tiene pensado alrededor de esta construcción. Es algo que, de hecho, se pide por la Constitución: tener información para evaluar los daños que va a tener un megaproyecto como el Tren Maya en los ecosistemas,” apunta Bizberg. Fonatur, la entidad creada por el ministerio de Turismo para construir el trazado del Tren Maya, presentó el estudio de impacto ambiental de la obra, la llamada la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), el 20 de mayo, después de que la deforestación ya hubiera empezado tres meses antes. Se amparaban en un decreto presentado por el gobierno mexicano en noviembre pasado Fonatur anunció que apelará la decisión de la justicia de Yucatán, que podría sentar precedente para otros recursos en curso.