La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) advierte que América Latina evidenciará un menor crecimiento el próximo año. El contexto internacional desfavorable, "en el que se espera una desaceleración tanto del crecimiento como del comercio global, tasas de interés más altas y menor liquidez global", producto del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, acentuará la desaceleración económica de los países de la región. Todas las subregiones de América Latina evidenciarán un menor crecimiento el próximo año: América del Sur crecerá un 1,2% frente a 3,4% de 2022, mientras que Centroamérica y México lo hará en un 1,7% versus 2,5%. El Caribe, en tanto, crecerá 3,1%, sin incluir Guyana, en comparación con el 4,3% de este año. La subida de tasas de interés en el mundo para contener la inflación, lo que repercutirá negativamente sobre el consumo privado y la inversión, complican las perspectivas de las economías de América Latina, por eso la Cepal prevé una desaceleración económica en 2023. “Algunos países exportadores de petróleo les beneficia el contexto actual como México, Ecuador o Venezuela. Pero el resto de países son importadores de petróleo y energía en general, así que este es un shock que encarece en general los costes de producción y tiene un efecto potencialmente negativo sobre el nivel de actividad”, analiza el chileno, Andrés Solimano, presidente del Centro Internacional de Globalización y Desarrollo. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) explica que la mayoría de los países de la región "se ven particularmente afectados por el bajo dinamismo de China, que es un importante mercado para sus exportaciones de bienes". A ciertos países se les suman problemas internos económicos complejos. “Argentina, con una inflación muy alta, alrededor del 83%, Venezuela también tiene mucha inflación. Así que sus bancos están haciendo políticas monetarias restrictivas que también como en el caso de Chile afectan al ritmo de crecimiento económico”, dice Solimano. El país más afectado de la región en 2023 será Chile. Tendrá una caída del 0,9% de su Producto Interno Bruto. El economista Andrés Solimano explica algunas de las razones. “El Banco Central de Chile ha aplicado una política muy agresiva de aumento de tasas de interés, más de 10 puntos porcentuales en un año. Después, el ministerio de Hacienda redujo este año el gasto público un 25%. Y el otro factor es que las empresas en Chile están distribuyendo un porcentaje muy alto de utilidades a sus accionistas, postergando proyectos de inversión”, asegura el economista. A medida que se debiliten el comercio con Estados Unidos y las remesas, las economías de Centroamérica, también se desacelerarán, pese a que se beneficiarán de los precios más bajos de las materias primas de las que son compradores.