Este martes se abre en Buenos Aires la cumbre de la CELAC, la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe, que agrupa a todos los países del continente, salvo Canadá y Estados Unidos. Se espera que se reimpulse esta instancia regional, ya que Brasil recién reintegró el conjunto. El expresidente de extrema derecha Jair Bolsonaro se había salido de la CELAC pero Lula decidió revertir esta decisión. Originalmente, la CELAC fue creada en 2010 para incluir a todos los países de Latinoamérica y el Caribe, a diferencia de Unasur, que no incluye a México, y frente a la OEA, fuertemente influenciada por Estados Unidos. “Coincidía con una situación de creciente atención de Estados Unidos, en aquel momento, en la guerra contra el terrorismo, con un debilitamiento notorio de la OEA y con una fuerte erosión de las instituciones interamericanas”, explica Juan Gabriel Tokatlian, vicerrector de la Universidad Torcuato di Tella, en Buenos Aires. La organización se convirtió rápidamente en un interlocutor importante de la Unión Europea e incluso de China, por ejemplo, en negociaciones económicas. Pero luego, sufrió por la crisis del multilateralismo en la región, explica el doctor en relaciones internacionales. “Los desafíos económicos de una región que lleva casi una década sin crecer sostenidamente hacen que ahora, con el regreso de Brasil y la capacidad de desideologizarse, esto es, sentar las bases de un diálogo en las diferencias, una unidad en la diversidad y una capacidad de interlocución se refuercen. Por eso el regreso de Brasil es tan importante”, analiza Tokatlian. A su juicio, la CELAC aprendió las lecciones de divisiones pasadas en el continente y probablemente no caerá en ideologización tal y como ocurrió con otras instancias. Protestas contra Cuba y Venezuela Para Alejandro Frenkel, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Nacional de San Martín, las protestas de la oposición en Argentina contra de la presencia de Cuba y Venezuela en la cumbre, a pesar de las violaciones a los derechos humanos en ambos países, no son relevantes para analizar el futuro de la CELAC. “Va a haber este año elecciones presidenciales en Argentina y me parece que estas críticas tienen que ver exclusivamente con la política argentina. Ni siquiera uno podría argumentar ni una mirada regional o de alineamiento con Estados Unidos porque la política de la Administración Biden con Venezuela cambió después de la guerra en Ucrania, hubo un acercamiento”, explica Frenkel. Ambos académicos señalan que, además de la economía y de los efectos de la guerra en Ucrania sobre la región, la salud y el medio ambiente serán algunos de los temas de debate más importantes durante esta cumbre.