A la espera del informe oficial sobre la violencia, marzo podría ser el mes más tranquilo de la historia de El Salvador en materia de seguridad y criminalidad. Sería según los expertos, la guinda sobre la torta para el presidente Nayib Bukele cuando el país centroamericano cumple un año bajo un régimen de excepción. La intención fue erradicar el alto índice de homicidios generado por las maras o pandillas y las cifras le está dando la razón a pesar de las críticas de los defensores, nacionales e internacionales, de los derechos humanos. "Estamos ahora con las cifras de violencia homicida más bajas de las que se tiene registro si tomamos como punto de partida 1992, el año del fin de la guerra civil", dice a RFI en español, el periodista y escritor salvadoreño Roberto Valencia. Este experto en temas de violencia traza una radiografía del fuerte giro que se vive en el país en los ultimos doce meses. "Para El Salvador esto es un hito -continúa- y este año se proyecta un descenso aún más acentuado: se prevén cifras de un solo dígito, en torno a un homicidio por cada 100.000 habitantes, es decir un nivel muy parecido al de los países europeos. Pero Valencia matiza estos resultados. "¿Significan estas cifras que la sociedad salvadoreña ha dejado de ser violenta como lo ha sido en las últimas décadas? No, todavía hay mucha tela que cortar, pero los datos que tenemos sobre la mesa son estos." Vea y escuche también; "En Primera Plana: La tendencia autoritaria se rearma en Centroamérica" Otro dato sirve para entender el impacto del plan de seguridad implantado por el presidente Nayib Bukele en marzo 2022: el 92% de los salvadoreños apoya el régimen de excepción y quienes protestan y denuncian abusos y violaciones de derechos humanos, están en minoría. "Bukele cuenta hoy con altísimos niveles de popularidad pero lo que es surrealista -explica Valencia- es que las encuestas le dan también el apoyo de actores sociales y políticos que no tienen simpatía alguna por su régimen." La otra cara de la moneda Tras la aplicación del estado de excepción, el gobierno salvadoreño ha recuperado el control del territorio nacional, ha golpeado las estructuras de las pandillas y arrestado a decenas de sus líderes. Lea y escuche también: "Noticias de América: ¿Ha conseguido Bukele desarticular las pandillas en El Salvador?" El experto en violencia subraya al mismo tiempo que como denuncian actores importantes de la comunidad nacional e internacional, "se registra una degradación sin precedentes del Estado de derecho y de la democracia en El Salvador y eso tendrá consecuencias en el futuro, cuando ya no exista ese masivo respaldo popular a la política de Bukele. Lo que es más preocupante, concluye Valencia, es la militarización extrema y esa manera de hacer política del oficialismo, que agrede verbalmente a quien el bukelismo considera un rival político."