En Canadá, las autoridades siguen luchando para controlar la protesta de camioneros contra las restricciones impuestas en el marco de la pandemia. Un movimiento que paraliza la capital desde hace varios días y amenaza con convertirse en una verdadera crisis política para el primer ministro Justin Trudeau, aunque está perdiendo el apoyo de la ciudadanía. El alcalde de Ottawa, Jim Watson, declaró este domingo el estado de emergencia en la ciudad. El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, a pesar de pedir el cese del movimiento, desestimó la semana pasada sacar a los militares para acabar con el problema. Y mientras, miles de ciudadanos empiezan a estar muy cansados de los ruidos y malestar que generan unos camioneros que aguantan a toda costa tras convertirse en la resistencia de la vacunación obligatoria del país. Menos apoyo, pero más fuerza “La situación se ha puesto más complicada porque, inicialmente, la idea de ellos era llegar y bloquear la ciudad y así lo hicieron. Pero como siempre en este tipo de movimiento se da algún punto en que la sociedad ya deja de apoyarlos porque el gran problema que tienen ahora es que han formado sitios de acampar en donde cocinan, hacen sus necesidades, se buscan comida... Hay gente que les lleva cosas, pero tienen el gran problema del ruido, tanto de los camiones como de las sirenas, y aparte de esto, con los motores encendidos, el aire de la ciudad que queda contaminado”, explica Fernando García, administrador del grupo Camioneros Latinos en Canadá. Según él, hay ahora dos posiciones, “la posición del gobierno de sacar el movimiento del centro de Ottawa, y la posición de quienes vuelven a apoyar el movimiento, pero en ese momento ya no tienen tanto el apoyo de la ciudadanía”. “Han perdido un poco de fuerza ante la ciudadanía, pero como movimiento como tal, sí se ha visto fortalecido”, estima. Otras ciudades A pesar de que el epicentro de las protestas de los camioneros se ubica en Ottawa, durante el pasado fin de semana se sintió un fuerte apoyo gremial en otras ciudades del país como Toronto, Quebec, Winnipeg, Regina y Victoria, donde se generaron protestas considerables. “Camioneros que no han podido unirse al movimiento en Ottawa han realizado sus propios movimientos en las principales ciudades de Canadá. En Quebec, se llevó a cabo el movimiento este fin de semana, pero se retiraron voluntariamente con la intención de venir en dos semanas cuando se acaban las festividades del carnaval de invierno. Y más adelante, si las medidas se mantienen, ellos están dispuestos a volver a unirse a la manifestación”, precisa García. El movimiento, denominado "Convoy de la libertad", que comenzó el 29 de enero, apuntaba inicialmente contra la decisión de obligar a los camioneros a estar vacunados contra la Covid-19 para cruzar la frontera con Estados Unidos. La protesta ha derivado en una movilización contra todas las medidas sanitarias y contra el mismo gobierno del primer ministro Justin Trudeau.