En Florida, en el sureste de Estados Unidos, las mujeres ya no podrán abortar a partir de 15 semanas de gestación. Las únicas excepciones contempladas son si el aborto es necesario para salvar la vida de la madre o si el feto tiene una anomalía mortal. Ron DeSantis, el gobernador del estado de Florida, en Estados Unidos, firmó este 14 de abril una ley que reduce el plazo para la interrupción voluntaria del embarazo de 24 a 15 semanas. El texto, aprobado por el Parlamento de mayoría republicana, entrará en vigor el 1 de julio. "Hoy estamos aquí para defender a quienes no pueden defenderse por sí solos", dijo DeSantis antes de firmar la ley, durante un acto con personas opuestas al aborto. "Esto representará la mayor protección para la vida promulgada en este estado en una generación", añadió. Comunidades vulnerables Durante el debate parlamentario, la oposición demócrata trató, sin éxito, de incluir excepciones en caso de violación, incesto o tráfico humano. Organizaciones defensoras de Derechos Humanos y de los derechos de la mujer denuncian una violación a las libertades más fundamentales que afectará principalmente a las comunidades más vulnerables y excluidas. "Tendrá mayor impacto en las comunidades latinas, inmigrantes, personas de bajos ingresos, personas negras o indígenas, especialmente para las personas que no tienen documentación, cuyo acceso al aborto, a la salud reproductiva, ya está severamente limitada. En estas comunidades, por las inequidades sistémicas de este país, la gente no tiene el mismo acceso a un cuidado de niños, a un seguro médico, a trabajos que paguen un sueldo justo, a tomar días libres…", detalla Rosa Valderrama, asociada superior de Asuntos Públicos y Comunicaciones del Instituto Nacional de Latinas por la Justicia Reproductiva (Latina Institute). El estado de Florida tenía tradicionalmente una postura más flexible sobre el aborto que los otros estados del sur, lo que ha convertido a Florida en un destino para las mujeres que buscaran atención médica: "Florida tiene el mayor número de clínicas en toda esta región del sureste, entonces muchas personas de estados como Georgia, Alabama, Tennessee, a lo largo del sureste, han viajado a Florida para recibir los servicios de aborto. Ahora estas personas tendrán menos posibilidades de conseguir un aborto", lamenta Valderrama. Roe contra Wade Varios estados gobernados por los republicanos esperan aprovechar el nuevo equilibrio de la Corte Suprema –seis jueces conservadores contra tres progresistas– para restringir o revertir la sentencia Roe contra Wade, que en 1973 estableció el aborto como un derecho constitucional hasta entre 22 y 24 semanas de embarazo. El caso más polémico fue el de Texas, donde en septiembre se votó a favor de prohibir el aborto una vez que se detecten los latidos del corazón del feto, es decir, tras unas seis semanas de gestación. En ese periodo, la mayoría de las mujeres no saben que están embarazadas. En Florida, y en estados como Arizona y Virginia Occidental, los republicanos optaron por seguir la ley aprobada en Misisipi como una alternativa menos extrema que la de Texas.