En Guatemala, sigue el conteo para conocer los resultados finales. Extraoficialmente, ya se sabe que Sandra Torres, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), y Bernardo Arévalo, del Movimiento Semilla, se enfrentarán en agosto. No obstante, lo importante de estas elecciones no es quién ganará la segunda vuelta, sino cómo enfrentar la crisis democrática, pues entre los que no votaron, los que votaron en blanco o anularon su voto, suman más del 60% del electorado. La segunda vuelta en Guatemala tendría que ser entre dos candidatos, pero será de tres, pues el rechazo les ganó a todos. En la primera vuelta, un 25% de los votos fueron nulos, y el 40% de los electores no se presentaron a las urnas. Sandra Torres, quien llegó en primer lugar, apenas tuvo un 15% de los votos, y Bernardo Arévalo el 12%.Lograr “interpretar”Además de la corrupción, la migración y otros problemas que ya enfrenta Guatemala, estos resultados electorales sumergen al país en una crisis de representación que deberán enfrentar los dos candidatos en la segunda vuelta.“Ese elemento es tema central o uno de los temas centrales de cara a la segunda vuelta electoral: ¿cómo logran percibir, cómo logran interpretar las dos opciones que van al balotaje, este mensaje contundente, que es histórico en el país, que es la sumatoria del voto nulo, más el voto en blanco, más el abstencionismo?”, pregunta el politólogo y profesor universitario Renzo Rosales.“Evidentemente ha sido muy marcado en esta ocasión, pero atrás de ello hay un mensaje muy fuerte de desafección frente a los candidatos, de desafección frente a los partidos, de desafección del sistema político en general. Y por lo tanto quién logre interpretar, quién logre traducir esto en mensajes asertivos, contundentes, y convertirlos en parte de su propuesta política, creo que puede sacar mayor ventaja de cara a la segunda vuelta”, estima el analista.“Va a ser muy difícil gobernar”La pregunta es si a pesar de este rechazo, podrá gobernar la persona que sea electa. “Va a ser difícil”, responde Rosales. “En Guatemala tenemos obviamente toda una agenda, digamos, ciudadana, de todos los temas rezagados, que históricamente están como los grandes pendientes, pero en la práctica va a ser muy difícil que esto se pueda mínimamente satisfacer”, recalca. “A Bernardo Arévalo, suponiendo ese escenario, le va a ser muy difícil gobernar en estas condiciones de ir como contracorriente. En el caso de Sandra Torres, pues la tendría difícil, pero quizás menos, porque sí tendrá una bancada fuerte en el Congreso, pero además una correlación de actores más favorable. Y ella es muy dúctil, se adapta al mejor postor. Mientras que la propuesta de Semilla es un tanto más fija, está en un proyecto político, digamos, más diseñado, el de la UNE se acondiciona al mercado y a las circunstancias del momento. Entonces yo creo que eso finalmente también pesará mucho para la segunda vuelta”, detalla el politólogo. Los candidatos socialdemócratas Sandra Torres y Bernardo Arévalo se disputarán la presidencia de Guatemala en un balotaje el próximo 20 de agosto.