A principios de esta semana Nicaragua le reconoció a China la propiedad de los bienes de Taiwán en el país y se los entregó. Por otra parte Cuba y China amplían la cooperación bilateral para el desarrollo de la Nueva Ruta de la Seda, un megaproyecto a nivel mundial que pretende crear nuevas rutas marítimas y terrestres para el comercio internacional. ¿A qué se debe el despliegue de esa estrategia geopolítica? RFI entrevistó a la doctora Pamela Aróstica, Directora de la Red China y América Latina Enfoques Multidisciplinarios (REDCAEM). RFI: Actualmente ¿hay una marcada influencia de China en América Latina? Pamela Aróstica: Hay una influencia cada vez mayor, donde no solamente está el aspecto económico, comercial y de inversión, sino que también está mancomunado con la influencia de China en aspectos culturales. Por ejemplo, un establecimiento de un Centro Regional de Coordinación de los Institutos Confucio para América Latina en Chile, una coordinación absoluta entre medios de comunicación chinos con medios de comunicación de América Latina. Y vamos viendo que esta influencia es absolutamente multidimensional. Por eso hoy la observamos con mucha más claridad que en el pasado. RFI: ¿Cuál es el interés principal del gigante asiático en el continente americano? Pamela Aróstica: A comienzos de este siglo, China fue potenciandose a otras regiones como África y América Latina. Esta última tiene una importancia cada vez mayor en perspectiva geopolítica, porque también está la disputa entre China y Estados Unidos por posicionarse como una superpotencia. El interés principal de China tiene que ver también con asegurar el acceso a alimentos, fuentes de materias primas y fuentes de energía. Y en eso América Latina es una región muy rica. Eso es súper importante para poder posicionarse y poder asegurarse como primera potencia económica mundial. Todo esto también está dentro de un plan más macro que tiene que ver con el proyecto de la Franja y la Ruta, donde América Latina también es parte y hay varios países que se han sumado. De aquí a las próximas décadas la relación más clave para América Latina va a ser con China. RFI: Da la impresión de que China es el socio mayor y América Latina el socio menor. Pamela Aróstica: Esta etapa de las relaciones bilaterales es bastante incondicional al proyecto macro de China, porque es una relación asimétrica. Es muy difícil que los países latinoamericanos puedan pedirle condiciones a China. El interés por tratar de mantener buenas relaciones para que sigan avanzando las inversiones y las relaciones económicas y comerciales de manera positiva y tratar de que China no se moleste. Y esto ya lo hemos visto con algunos proyectos en marcha.