Este 2 de noviembre, el partido Semilla, la plataforma política que ganó las elecciones presidenciales en Guatemala, ha sido inhabilitado por el Tribunal Supremo Electoral. Desde su inesperado pase al balotaje, a finales de junio, el entonces candidato Bernardo Arévalo ha visto pasar un desfile de demandas y decenas de citas ante tribunales para impedirle llegar a la presidencia. Las batallas las han librado, y los militantes aseguran que esta acción no será la excepción. El 31 de octubre, el Tribunal Supremo Electoral de Guatemala validaba los resultados de las elecciones generales. Oficialmente Bernardo Arévalo es declarado presidente electo, así como su bancada.No obstante, en esta batalla que parecía concluida, el partido Semilla recibió este jueves un último golpe: el Tribunal Supremo Electoral validó la orden de un juez penal para inhabilitar al partido. La razón, la misma de siempre: irregularidades en el proceso de inscripción.“Ordenamiento jurídico específico para los partidos”El jefe de la bancada de Semilla en la nueva legislatura, Samuel Pérez, explica a RFI que esta acción de la justicia electoral guatemalteca es ilegal: “Hay un recurso de apelación, que vamos a trabajar en cuanto nos notifique el Tribunal Supremo. Pero hay algo importantísimo que es lo más fundamental de todo esto: un juez penal, que es lo que está pasando en este momento, no puede, bajo ninguna circunstancia, cancelar ni suspender un partido político. Él se encarga de la persecución penal, no puede hacerla en contra de una organización política”, apunta.“Hay un ordenamiento jurídico específico para los partidos, que es la Ley Electoral y de Partidos Políticos. La autoridad que puede cancelar o suspender un partido político es el Tribunal Supremo Electoral, no un juez penal. Y esa diferencia es importantísima y por eso, en este caso, se les tiene que caer eventualmente, porque no hay, digamos, procedimientos para suspensión de un partido ni una bancada en el Congreso a partir de una resolución de un juez”, precisa.“Miedoa perder el modelo de corrupción y de impunidad”Samuel Pérez, quien vivió de cerca todos los enfrentamientos jurídicos, las manifestaciones y obstáculos de la contienda electoral, considera que los ataques contra Semilla provienen de los actuales gobernantes, quienes temen perder sus privilegios.“Yo diría que hay una motivación profunda de temor de las autoridades actuales, que básicamente tienen miedo a perder el modelo de corrupción y de impunidad que han sostenido a sus partidos políticos y sus estructuras criminales dentro del Estado, y que un partido como Semilla va a llegar decidido a acabar con eso de una vez por todas”, señala.“Entonces continúan con ataques de intentar amedrentar, de intentar amenazar, aunque sepan que es completamente ilegal lo que están haciendo. Todavía les quedan algunos recursos, no son legales, pero que sí tienen una motivación política clarísima de intentar ya no necesariamente tumbarse el proceso electoral, pero sí intentar tumbarse el partido porque, digamos, permite continuidad del proyecto en el largo plazo. Y eso también es un objetivo que ellos quieren evitar que suceda”, concluye Pérez.Bernardo Arévalo tomará posesión el 14 de enero de 2024.