Un grupo de 50 inmigrantes venezolanos aterrizaron esta semana en la exclusiva isla de Martha's Vineyard, en el noreste de Estados Unidos. Llegaron desde Texas en dos vuelos organizados por el gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis. Se trata de una práctica que se está volviendo moneda corriente en plena campaña por las elecciones de medio mandato. Los republicanos envían a los migrantes a estados demócratas para intentar desacreditar al presidente Joe Biden por su política migratoria. Desde hace meses, funcionarios republicanos locales, entre los que se destaca el poderoso gobernador de Texas, Greg Abbott, han venido trasladando inmigrantes a los bastiones demócratas en todo el país. La oficina de Abbott asegura que desde abril se han enviado a unos 10.000 inmigrantes, la mayoría en autobuses, a Nueva York, Washington y Chicago. Un traslado sin ningún tipo de coordinación con los estados receptores. La mayoría son venezolanos que están tramitando su demanda de asilo político, muchos no saben dónde aterrizan y Texas tampoco avisa de que los está enviando. En Chicago, la Coalicion de Illinois por los Derechos de los Migrantes y Refugiados ha prestado ayuda a muchos de ellos. “Hace tres semanas llegaron dos autobuses. Los dejaron en la estación de trenes”, relata Artemio Arreola, director político de la Coalición de Illinois. “Allí nos movilizamos con las organizaciones en coordinación con la ciudad, y luego fueron a un refugio. Desde entonces han seguido llegando más autobuses. La mayoría son personas a quienes dejaron entrar, les dieron una cita en la corte para darle continuidad a su petición de asilo. Antes, toda esta gente tenía que esperar en México. Ahora la dejan pasar, y lo que está haciendo el gobierno de Texas es que, como están pasando tantos, en vez de dejarlos allá, los están enviado de una manera estratégicamente política para usarlos. No es ilegal, es inmoral", afirma. La frontera, "un colador", según los republicanos Esto se produce en plena campaña electoral de medio mandato. Los republicanos acusan al presidente Joe Biden de haber convertido la frontera con México en un colador y usan a los migrantes como instrumento de presión electoral. “Aquí les están dando la bienvenida. Hace falta mano de obra. Pero está provocando un caos por la falta de viviendas. Se han retando hoteles. La ciudadanía y todas las agencias del estado, del condado y de esta y otras ciudades donde llegan tienen la disponibilidad de ayudar. Pero definitivamente el Partido Republicano, sobre todo estos gobernadores, están tratando -porque no sé hasta dónde les vaya a resultar- de usar esta crisis para posicionarse políticamente como autoridades antiinmigrantes. Espero que la ciudadanía no lo permita”, subraya. Justamente en Chicago este viernes Kamala Harris hará campaña, se da la circunstancia de que hace unas semanas, el gobernador de Texas Greg Abbot se jactó de haber enviado dos autobuses de migrantes al lado de la residencia de la vicepresidenta en Washington. "La vicepresidenta Harris afirma que nuestra frontera es 'segura' y niega que haya una crisis. Estamos enviando migrantes a su patio trasero para instar a la administración de Biden a que haga su trabajo y asegure la frontera", tuiteó el gobernador de Texas. DeSantis, también candidato a la reelección como gobernador de Florida, es considerado rival potencial del expresidente Donald Trump en caso de que aspire a la Casa Blanca en 2024. El republicano denunció la "farsa" de los estados demócratas que preconizan la acogida de migrantes. "Apenas llevamos a su puerta incluso una pequeña fracción de lo que las ciudades fronterizas tienen que soportar todos los días, se ponen furiosos", dijo DeSantis en un discurso el jueves. "Los residentes de Martha's Vineyard deberían estar emocionados", ironizó el miércoles en Twitter Christina Pushaw, del equipo de comunicaciones de DeSantis. "Los inmigrantes ilegales harán que la ciudad sea más diversa, lo cual es una fortaleza. ¿No?".