La conformación del nuevo gabinete ministerial del presidente colombiano, Gustavo Petro sigue ofreciendo sorpresas, esta vez con el anuncio del renombrado investigador y ex magistrado de la Corte Suprema, Iván Velásquez como ministro de defensa. Este nombramiento era uno de los más esperados por el mandatario, quien, durante su periodo como senador, en el 2006, denuncio a la cúpula militar colombiana de corrupción y nexos con el narcotráfico. Velázquez, no tiene un pasado castrense y durante su periodo como jefe de investigaciones de la Corte Suprema de Justicia (2006-2012) lideró una serie de pesquisas que llevaron a descubrir una alianza entre los sangrientos grupos paramilitares y congresistas abiertamente afines al gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe. Como resultado unos 70 parlamentarios fueron condenados por el escándalo de la “parapolítica”. Según el abogado y ex conjuez de la Corte Suprema, Ramiro Bejarano, el nombramiento de este destacado jurista en el ministerio de Defensa y no en la cartera de Justicia contiene un mensaje político claro. “Con este nombramiento Petro hizo notificar al uribismo que les quitaba el control de la fuerza pública, y eso es un gesto político de mucha importancia […] Iván Velásquez tiene la virtud de que además que conoce el tema de justicia conoce mejor las organizaciones vinculadas con narcotráfico, con parapolítica con corrupción de las fuerzas militares”, declaro Bejarano a RF. Los descubrimientos de Velázquez en ese entonces lo llevaron a ser blanco de una mega operación ilegal de espionaje telefónico, conocida en Colombia como "las chuzadas". Bajo orden del gobierno de Álvaro Uribe, el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), la policía secreta del presidente, interceptó a las altas cortes, periodistas independientes, opositores y defensores de derechos humanos señalados por el mandatario de ser “auxiliadores del terrorismo”. Velázquez fue también víctima de un montaje judicial agenciado desde el Palacio de Gobierno en complicidad con un paramilitar, alias Tasmania, que luego confesaría el crimen ante la justicia. “Donde hay más corrupción es sin duda en la fuerza militar, una cantidad de generales y militares retirados salen ricos del servicio militar” agrega Bejarano quien destaca también que el nombramiento Velásquez busca poner un alto a estos hechos conocidos de corrupción en las esferas militares colombianas. Enemigo de la corrupción El nuevo ministro de defensa estará al frente de unos 228.000 militares y 172.000 policías que componen las fuerzas armadas más numerosas del continente después de las de Brasil. Luego del nombramiento, Velázquez agradeció, mediante su cuenta de Twitter, al presidente Petro resaltando que corresponderá la confianza ofrecida. Velázquez deberá liderar varias iniciativas del nuevo gobierno, como desmontar el escuadrón antidisturbios implicado en violaciones de derechos humanos y reformar el sistema de ascensos de las fuerzas militares. Este nombramiento incomoda al Centro Democrático, el saliente partido de gobierno fundado por Uribe. Y no es para menos, ya que la carrera de este ex magistrado apunta a una lucha frontal contra la corrupción. Por ejemplo, en el 2013 fue designado para dirigir la Comisión Internacional contra la Impunidad de la ONU en Guatemala, que entre 2007 y 2019 acompañó a la justicia guatemalteca para sanear al aparato estatal, entonces infiltrado por la mafia. En 2017 solicitó quitarle la inmunidad al presidente Jimmy Morales (2016-2020) tras las sospechas de financiación ilegal a su campaña. El entonces mandatario intentó sin éxito expulsarlo del país y en 2018 le prohibió la entrada. Por orden de la justicia en 2020, el saliente ministro de Defensa, Diego Molano, le pidió perdón en nombre del Estado.