La bajada del precio del combustrible anunciada por el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, no contentó a los manifestantes, que consideran la reducción de 10 centavos de dolar "insuficiente e insensible". La Asamblea Nacional debate esta semana su posible destitución tras más de dos semanas de bloqueo de vías por un movimiento indigena que, en los ultimos años, se convirtió en una poderosa fuerza política en Ecuador. Ecuador se ganó la fama de ingobernable con la salida abrupta de 3 presidentes en los últimos 25 años. Quien los puso en jaque fue la CONAIE, confederación de nacionalidades indígenas, que agrupa 18 pueblos y 14 nacionalidades del país. Su poder de movilización es la pesadilla de los mandatarios. En estos días, Guillermo Lasso se enfrenta a lo que ya son las protestas indígenas más largas de la historia reciente de Ecuador. Pablo Iturralde, director del CDES, el Centro de Derechos Económicos y Sociales, analizó las claves de la fuerza de este movimiento : “El movimiento indígena no es una organización solamente étnica, sino que comparte necesidades que son parte de las necesidades e intereses nacionales y populares, llegan a tener simpatía dentro de la clase media y la clase media alta como es el caso ahora. Aquí son parte constitutivas de la identidad nacional, como población más empobrecida que suele constituir en la vanguardia de las demandas sociales y gozan de una organización que otros sectores no tienen. Es una forma de organización comunitaria y ancestral que no vas a encontrar en un pueblo marginal, que no vas a encontrar en una confederación de sindicatos, ni en ningún otro sector popular”. La crisis carcelaria, el narcotráfico y la fragmentación parlamentaria tampoco ayuda a la estabilidad del gobierno de Lasso. Aunque, en esta ocasion, las fuerzas militares, históricamente prudentes con las manifestaciones del pueblo ecuatoriano, han cerrado filas en torno al orden constitucional : Iturralde indicó que los militares “anticipan el control de las calles, realizan detenciones pero de una manera mucho más suave que lo que hace la policía. Los altos mandos militares cuando ya está descontrolado todo tienen que decidir entre reprimir con mucha fuerza o hacerse para atrás. Este ha sido el punto de quiebre para que un gobierno se sostenga o no se sostenga, pero ya en el desarrollo de la manifestación han tenido un rol represivo, según varias denuncias y no sabemos realmente que es lo que va a pasar en los próximos días”. Aunque se avanza en la mesa de diálogo, con un primer cara a cara entre las partes este lunes, las medidas anunciadas por el presidente no satisfacen por el momento a las bases indigenas.