La intentona fallida de golpe militar en Bolivia ocurrió esta semana al tiempo que en Paraguay se abría el telón de la 54° Asamblea General de la Organización de Estados Americanos. La condena de la OEA fue total. Esta será la última asamblea en la que Luis Almagro ejerza como titular de la Secretaría General, cargo para el que fue elegido en marzo de 2015, con apoyo de 33 de los 34 Estados miembros. “Expresamos nuestra solidaridad con el presidente de Bolivia, Luis Arce Catacora”: Luis Almagro, secretario general de la OEA, condenó a nombre de todos los Estados americanos el intento fallido de golpe de Estado de un grupo de militares encabezados por el ya destituido y ahora detenido comandante general del Ejército boliviano, Juan José Zúñiga.“La comunidad internacional, la OEA, la Secretaría General de la OEA, no tolerarán ninguna forma de quebrantamiento del orden constitucional legítimo en Bolivia ni en ningún otro lugar”, añadió Almagro.Rol importante de la OEA en el derrocamiento de Evo MoralesPablo Deheza, politólogo y editor del diario boliviano La Razón, recuerda sin embargo que la OEA de Almagro jugó un papel determinante durante el quiebre del orden constitucional de 2019 en Bolivia: “En ese momento la OEA jugó un rol fundamental porque en su condición de observador del proceso electoral, se convirtió en el dirimidor de la veracidad de los resultados electorales”.El organismo hemisférico fue acusado de consolidar, junto a opositores a Evo Morales, el discurso de fraude electoral que obligó a la renuncia de Morales y concluyó con la autoproclamación de la senadora Jeanine Áñez, actualmente en prisión, como presidenta del país andino.“La OEA asienta las dudas sobre el proceso electoral, siendo que nunca hubo una demostración fidedigna de decir ‘aquí están las actas fraudulentas, aquí ha habido fraude’. ¿Cuál era el sustento para decir que se amañaron las elecciones? Y en ese momento, el señor Almagro jugó un rol importante en lo que fue el derrocamiento de Evo Morales en 2019”, precisa Deheza.Un golpe sin repercusiones¿Por qué entonces, la rápida respuesta de condena a los golpistas y solidaridad con el Gobierno boliviano de hoy? “Definitivamente esto fue una sonada golpista, bastante chapucera, descoordinada y protagonizada por un comandante del Ejército, Zúñiga, secundado por otros dos comandantes, y esto no tuvo repercusiones en el resto del país. No fue un típico intento de golpe armado en la experiencia boliviana, es decir, a un intento de este tipo le sigue un cuartelazo en el resto del país, se suele plegar la policía, cosa que no sucedió. Y esto además viene acompañado con también el control de los medios de comunicación”, detalla Deheza.“Eso no pasó. Al no existir un nivel de coordinación ni siquiera al interior del país, mucho menos a nivel internacional, no es de extrañar que haya una respuesta contundente, incluyendo, digamos, de la OEA, del señor Almagro”, concluye el periodista.En la Asamblea, el representante de Bolivia ante la OEA, Héctor Enrique Arce, agradeció el rechazo a los militares golpistas y el respaldo al Gobierno legítimo de Luis Arce.