Elegido bajo la imagen del "presidente millenial", el joven presidente de El Salvador, Nayib Bukele, celebró este 1 de junio sus primeros tres años en el poder. Su controvertida y dudosa guerra sin piedad contra los pandilleros y sus criticadas medidas autoritarias contrastan con el altísimo grado de aprobación que el mandatario despierta en la población. Pese a las denuncias de violaciones a los Derechos Humanos y a las reglas democráticas, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, cuenta con 91% de aprobación entre la población. Ocho de cada diez salvadoreños aprueban la guerra del mandatario contra el crimen. Múltiples razones “En parte, tiene que ver con el hartazgo de la ciudadanía respecto de gobiernos anteriores que no han cumplido. La otra [razón] es el nivel educativo de la ciudadanía, o sea, un nivel muy bajo, está desinformada. Otro factor es la cultura política: nosotros tenemos en El Salvador una cultura política autoritaria, esperamos a un hombre fuerte que nos salve como país y nos lleve por la vía del desarrollo. También la gente percibe que se está trabajando a favor de ella y que se están haciendo grandes cosas. Por ejemplo, se va a construir un aeropuerto, se va a construir un estadio, y eso la gente lo ve bien”, explica Eduardo Escobar, presidente de la asociación Acción Ciudadana. Además, añade “el gobierno en la pandemia le dio 300 dólares a la mayoría de las familias de escasos recursos para sobrevivir al encierro, y dio bolsas con alimentos. Entonces la gente dijo: ‘el gobierno me ha dado 300 dólares y me ha enviado de comer’, la gente dijo ‘bueno, el gobierno nos protegió, nos ha dado vacunas’. Todos estos factores son los que terminan en que la ciudadanía dé el apoyo al gobierno pese a que se esté violentando derechos”. Una narrativa “poderosa” Conocido como el “presidente millenial” y mago de las redes sociales, Bukele ha construido una narrativa gubernamental de embrujo. “Es una narrativa muy bien estructurada, muy bien pensada, muy estratégica, que provoca que la gente crea totalmente el discurso del gobierno. Obviamente tiene que ver con la desinformación también, porque hay gente que cree que ya se está construyendo un aeropuerto en el oriente, que ya hay un tren del Pacífico, y no hay nada de eso, sólo hay maquetas”, detalla Escobar. Para el presidente de Acción Ciudadana, “esta narrativa es tan poderosa que ha llegado al punto de que personas han sido detenidas en el régimen de excepción injustamente –no pertenecen a las pandillas, no tienen cuentas pendientes con la autoridad– y luego al ser liberadas, la gente graba videos agradeciéndole al presidente por su liberación, cuando la reacción tendría que ser: no estoy a favor de que este gobierno siga haciendo esto porque yo soy inocente y me detuvieron”. Bajo el estado de excepción impuesto en marzo, miles de militares patrullan las calles del país y 35.000 presuntos mareros o pandilleros han sido encarcelados sin pasar por un juez.