Se abre la cumbre de países de la Amazonía, con la intención de que los presidentes de la región puedan exponer sus preocupaciones y alternativas en su empeño por salvar el pulmón de la tierra. La cita se presenta como un llamado de urgencia para frenar las altas tasas de deforestación en la Amazonía, así como el extractivismo y la agresión contra sus culturas e identidades. Carlos Lazary es el director ejecutivo de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica. La Organización del Tratado de Cooperación Amazónica es un organismo intergubernamental construido por ocho países miembros Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela. Es el único bloque socio ambiental de países dedicado a la Amazonía. La última reunión de presidentes de los países miembros se realizó en el 2009 en la ciudad de Manaos, Brasil. Anteriormente se habían reunido en 1989 y en 1992.RFI: ¿Cuáles son los objetivos principales de esta cumbre 2023?Carlos Lazary: Es fortalecer la cooperación amazónica y la institución que los países han creado para lidiar con este tema, la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica, que ahora cumple 21 años. Este año, el tratado ya tiene 45 años y el objetivo es generar todo un avance en materia de monitoreo de la Amazonía y de incorporación de otros actores en ese proceso de construcción de la cooperación.Incluye entes subnacionales, los gobiernos estatales, las alcaldías, la participación de la población de la región amazónica, que son más de 40 millones de personas, los pueblos indígenas, los ribereños u otras comunidades locales.Hay otros objetivos como retomar las redes de diálogo y cooperación entre las universidades y los centros de investigación. La Cumbre va a reforzar también la producción en la región de la mejor información disponible y garantizar que ésta sea la base para las políticas públicas en la región.Los problemas son comunes y las soluciones deben ser de todos, en conjunto. Por ejemplo, el tema del mercurio, los temas de la salud en la región, la disminución de la biodiversidad, el tema de recursos hídricos, el monitoreo de la calidad del agua, el flujo de los ríos.Todo esto formará parte de la declaración y creo que eso va a ser reforzado en los discursos de los presidentes ahora en Belém, después en Nueva York, en la Asamblea General de la ONU, y más tarde en la COP28 de Dubái.Leer tambiénCumbre en Brasil busca hoja de ruta para salvar la AmazoníaRFI: ¿No será lo más difícil poner de acuerdo a todos los países miembros en un frente común?Carlos Lazary: Hay muchos denominadores comunes. Lo que hemos logrado hasta ahora aprobar por unanimidad son los programas de bosques, el programa de biodiversidad, el memorando de manejo integral de fuego. Incluso un gran proyecto que acabamos de aprobar y que inicia a fines de este año: el mapeo de los acuíferos en toda la región amazónica, lo que va al acceso a agua potable, agua fresca de calidad. Los países han apoyado todo un trabajo con el Banco Interamericano de Desarrollo para enfrentar los problemas de saneamiento básico de ciertos sólidos y también la cuestión del plástico.RFI: En la reunión previa, la Secretaría de la OTCA anunciaba que falta una mayor presencia del Estado para enfrentar los crímenes que se han incrustado en la Amazonía, como los ilícitos ambientales.Carlos Lazary: Era una parte importante de la Organización de Naciones Sudamericanas, la Unasur, que infelizmente considero es un revés diplomático de los países. Dejaron que se desactivara esa organización y creo que el gobierno Lula hace muy bien de tratar de impulsar su reactivación.Tenía avances en temas de confianza, de infraestructura y logística y de seguridad pública, apuntando específicamente a los temas de los ilícitos en toda la región, incluyendo la Amazonía. Esos eran los tres pilares grandes de la Unasur. Pero como la Unasur todavía no está reactivada, estamos listos para trabajar en la cuestión de ilícitos, apenas tengamos el apoyo de los países. Mi opinión es que debemos empezar por un trabajo muy fuerte en materia de inteligencia.RFI: ¿Con qué se irá satisfecho después de estos dos días de cumbre?Carlos Lazary: Para nosotros es muy importante que se camine hacia la construcción de una voz amazónica, que los países puedan coincidir y llevar este compromiso a todos los foros. Mostrar que los países están efectivamente comprometidos en trabajar en conjunto. Al mismo tiempo tiene la capacidad y la voluntad de lidiar con ese gran desafío que es el desarrollo sostenible de la Amazonía. Estamos atentos a los discursos de los presidentes: que el compromiso sea con la mejor información científica disponible como base para la construcción de las políticas públicas.