El sur de Brasil conoce nuevas crecidas de ríos y lagos esta semana. El presidente Lula da Silva suspendió una visita oficial a Chile y volverá a la zona afectada el miércoles tras reconocer que las autoridades "no estaban preparadas" para esta catástrofe. El resto de Sudamérica también padece la situación. Las inundaciones no dan tregua en Brasil luego de las últimas lluvias que remitieron el pasado fin de semana en el estado Río Grande del Sur. Una región devastada por las aguas dese hace más de 10 días, donde centenas de miles de personas se han visto forzadas a abandonar sus hogares.Muchas necesidadesEl incremento de los cauces en los ríos ha subido de nuevo y la situación se ha vuelto crítica: “Nuevamente el fin de semana estuvo con lluvias. También se ven afectadas otras ciudades que no estaban afectadas. En las ciudades más al sur, como la ciudad de Pelotas o de Río Grande, también se tuvieron que evacuar algunas residencias, algunas familias y barrios. En la Sierra Gaucha, especialmente en la ciudad de Caxias, hubo desmoronamiento de tierras, carreteras que están obstruidas por causa del mal tiempo”, comenta la doctora paraguaya Diana Cascán, residente en la ciudad más afectada, Porto Alegre.“También ha aumentado el número de muertos”, prosigue. “Hasta el día de ayer teníamos 143, más desaparecidos, y aproximadamente 2 millones de personas afectadas por la pérdida de sus hogares. Está aumentando el número de personas dentro de los abrigos. En algunos lugares hay personas que están afectadas por lesiones de piel, mordeduras de animales. Entonces estaba necesitando vacunas antitetánicas que se estaba pidiendo a otros estados para poder ayudar. Y aún tenemos familias que están sin todos los integrantes de la familia, o sea, se encuentran los padres, pero no a los hijos. Y eso también es muy triste”, subraya.Temporada de invierno en Uruguay Las inundaciones han traspasado fronteras y han afectado a gran parte de la región sur sudamericana. Mientras en Argentina hay más de 500 evacuados en la ciudad de Concordia, en Uruguay la situación es mucho más crítica con cerca de 4.200 personas desalojadas. La región más afectada es la de Paysandú, como nos confirma su secretario general Fermín Fariña.“Tenemos un contexto complejo porque el río sigue subiendo, hay previsiones de lluvia en lo que tiene que ver con la Cuenca del Alto Uruguay, y sobre todo, lo que es complejo para las familias, es que comenzamos con la temporada de invierno, con temperaturas que rondan los seis y cinco grados de sensación térmica”, detalla Fariña.“Eso también hace difícil la situación para los niños, para las madres también, que están a cargo de sus familias, porque la situación es más compleja aún, en el lugar donde estén alojados el confort no es el mejor porque la temperatura hace bastante dificultosa la situación”, recalca.Las previsiones meteorológicas en este punto de la región no son muy halagüeñas y de momento dificultan las tareas de ayuda y rescate. Se esperan aguaceros intensos, vientos fuertes y bajas temperaturas hasta este martes.