A menos de dos meses de las elecciones presidenciales en Brasil, la carrera se intensifica, especialmente entre los dos favoritos, según las encuestas: Jair Bolsonaro e Luiz Inácio Lula da Silva. Si bien las proyecciones de los especialistas coinciden en que ambos candidatos pasaran a segunda vuelta, aún no se atreven a asegurar quién ganará estas elecciones. Todo parece indicar que la pelea por el sillón presidencial de Brasil será entre solo dos candidatos: Jair Bolsonaro y Luiz Ignácio Lula da Silva. Si bien la tendencia de las últimas encuestas indica que la diferencia de 10 puntos entre ambas candidaturas podría disminuir, esto no significa que se pueda producir una sorpresa en primera vuelta. Lo cierto es que ambos candidatos han desplegado todas sus estrategias para conquistar el electorado brasileño. Por ejemplo, el gobierno de Bolsonaro ha destinado un nuevo programa de asistencia social enfocado a los más necesitados. Una medida que según Amílcar Salas Oroño, investigador en Ciencias Sociales de Celag, podría acercar al candidato a los sectores afines a su contrincante. “Es una maniobra electoral impulsar este enorme paquete de asistencia social, de transferencia de ingresos, en este momento. La mayoría de los analistas aseguran que, efectivamente, le va a permitir a Bolsonaro acercarse un poco más, sobre todo a los sectores más humildes de la ciudadanía brasileña que son, preferentemente, partidarios de Lula al votar. Bolsonaro achicaría la brecha en el segmento que difícilmente lo votaría”. Las estrategias de ambos candidatos están desplegadas. Entonces, ¿qué acciones de Bolsonaro y Lula da Silva podrían definir al futuro presidente de Brasil? “Para que Bolsonaro pueda volver a ser presidente debería ocurrir este pasaje de los segmentos populares de lulistas a bolsonaristas. Para que eso suceda tiene que usar ese discurso de ‘estamos no tan mal como hace un tiempo’, y que el escenario ya está cambiando para mejor”, dice Salas Oroño. “En cambio Lula, anclará su discurso de las expectativas y sus convocatorias en función de lo que fueron sus años de gobierno para mostrar que su gobierno no va a ser cerrado y la convocatoria de una mejor gestión de lo que fueron estos cuatro años de Bolsonaro”, agrega el investigador. Cabe señalar que este 2 de octubre más de 156 millones de brasileños están habilitados para votar en primera vuelta en unas elecciones presidenciales que polarizan al país.