Este jueves 21 de julio el Partido de los Trabajadores brasileño confirmó al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva como su candidato a las elecciones de octubre, frente a Jair Bolsonaro. La campaña electoral ya ha empezado y está plagada de teorías conspirativas. El pasado 10 de julio, el tesorero del PT, partido del expresidente Lula da Silva, fue baleado por un hombre que irrumpió en el recinto donde celebraba su cumpleaños. El agresor, un guardia penitenciario, es de la huestes bolsonaristas. Este hecho violento ocurrió en medio de la campaña electoral para las presidenciales del próximo mes de octubre. Bolsonaro aspira a su reelección y el mandatario brasileño repite el estribillo de que habrá fraude en su contra cuestionando, sin pruebas, la idoneidad del voto electrónico. Un escenario muy similar al violento guión de la pasada elección en Estados Unidos que terminó con el asalto al Capitolio por grupos de extrema derecha guiados por Donald Trump. El lunes pasado, Bolsonaro reunió en su residencia oficial a representantes de unos 70 gobiernos extranjeros para reiterar viejas y desacreditadas teorías conspirativas sobre la seguridad del sistema electoral que Brasil utiliza desde hace más de dos décadas. “Bolsonaro desacredita el sistema de voto electrónico en Brasil y está planeando algo sin ocultarlo. Las instituciones se están preparando para ese momento”, destaca para RFI Pablo Ortellado, especialista en políticas públicas. Apunta que de todas formas incluso antes de haber sido electo en 2018, ya criticaba el sistema electoral, aunque luego ganó las elecciones. “Ahora en las encuestas todo indica que va a ganar el expresidente Lula da Silva. Entonces se prepara una campaña de desacreditación combinada con un golpe de Estado”, explica Ortellado, indicando que Bolsonaro hizo campaña junto a la policía, “así que tiene mucho apoyo entre las fuerzas de seguridad. Lo que se teme es que esos grupos armados puedan intentar sublevarse si no gana las elecciones”. Cartas de fiscales Justo después del discurso del mandatario el lunes, el presidente del tribunal electoral, el juez Luiz Edson Fachin, dijo que las declaraciones de Bolsonaro "noticias falsas”, mientras que el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, añadió que la seguridad del proceso electoral de Brasil no puede seguir siendo cuestionada. Varias instituciones brasileñas han rechazado los dichos del presidente. Entre ellas se encuentra el presidente del Tribunal Supremo de Brasil, Luiz Fux, que repudió “el intento de poner en jaque, ante la comunidad internacional, el proceso electoral y las máquinas electrónicas de votación que han garantizado la democracia de Brasil en las últimas décadas”. Más de 40 fiscales brasileños escribieron una carta pública al fiscal general del país, Augusto Aras, aliado de Bolsonaro, exigiendo la apertura de una investigación al presidente por presunto abuso de poder y falta de respeto a la ley electoral al intentar “desestabilizar y desacreditar el proceso electoral y sus instituciones.”