A días de asumir el cargo como presidente de Brasil, Lula da Silva anunció a 16 nuevos ministros mientras que el Parlamento aprobó el presupuesto para su primer año de Gobierno. Lula asumirá la Presidencia el próximo 1 de enero y elevará a 37 el número de ministerios, frente a los 23 que tenía el Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro. Lula también declaró que recibe un país en estado de penuria. Con el nombramiento de importantes defensores de los derechos humanos en su gabinete, el futuro presidente de Brasil ha transmitido un importante mensaje de lo que quiere para su gobierno: “Lula 3” será el gobierno más diverso, no sólo de formaciones políticas, de esa gran alianza que lo apoyó en las elecciones, sino también de representatividad de la sociedad. Para conocer los detalles sobre el anuncio de los 16 nombres, de un total de 37 ministerios que tendrá el nuevo gobierno brasileño, RFI conversó con Joao Alberto Alves, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Sao Paulo. Para el académico brasileño, el nombramiento de Anielle Franco como ministra de Igualdad Racial tiene un fuerte significado pues se tomará en cuenta a “diversos sectores excluidos tradicionalmente de la política, de la gran política del país”, y, simbólicamente, es la continuación de la lucha de Marielle Franco, hermana de la futura ministra, importante defensora de los derechos humanos, asesinada a tiros en marzo de 2018. “Me gustaría destacar que de todos los 16 nombres anunciados, quien más me llenó de esperanza fue el nombramiento del profesor Silvio Almeira, que asume el Ministerio de los derechos humanos. Él es una de las principales voces en defensa de los derechos humanos, de la lucha contra el racismo estructural, del racismo institucional, de la lucha contra las desigualdades. Me parece un símbolo, un marco, al menos de lo que intenta hacer por el país el gobierno entrante de Lula”, destacó. Al presentar algunos de los integrantes del nuevo gobierno, Lula pinto un cuadro muy sombrío del Brasil que hereda en ámbitos como la educación, la cultura o el medio ambiente. No obstante Alberto Alves explicó que además de tales desafíos, Lula también tendrá que cuidar de “un país dividido, de una población dividida políticamente y de una población en la miseria extrema, con hambre, con hambruna crónica”: en Brasil 33 millones de personas se encuentran en esta situación de precariedad extrema. “[Lula] también tendrán que reconstruir todo lo que fue destruido durante los últimos 4 años. Por ello me preocupa mucho que el Congreso esté conformado por una mayoría conservadora, con una amplia participación de partidos que fueron la base del gobierno de Bolsonaro, sobre todo en el Senado General”. Lula da Silva asumirá la presidencia el próximo 1 de enero.