La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha recomendado usar de nuevo cubrebocas en razón del aumento de casos positivos de COVID-19 en México en junio y los cambios en el comportamiento del virus, concretamente, en el número de casos y la positividad de las pruebas de diagnóstico. Aunque la UNAM estima que la situación se encuentra en relativa calma y las condiciones generales son favorables, recomienda, teniendo en cuenta la situación de México y de la universidad, continuar con las medidas generales de prevención de contagios, en particular en el caso de las personas más vulnerables.El uso de la mascarilla, símbolo de la pandemia, fue recomendada por la universidad para los lugares cerrados, así como el aislamiento de los enfermos. México decretó el final de la emergencia sanitaria por COVID el 9 de mayo.El regreso a la mascarilla y otras medidas preventivas ante la llegada del frío despertó críticas, algunas violentas en el mundo político. El aspirante presidencial Gerardo Fernández Noroña, de Morena, por ejemplo, llamó cretinos a los responsables sanitarios de la Universidad.Sobre las recomendaciones de la Universidad UNAM, RFI entrevistó a Laurie Ann Ximénez Fyvie, doctora en Ciencias Médicas de la UNAM y autora de los libros "Un daño irreparable: La criminal gestión de la pandemia en México" y "Las vidas que no contaron ¿Cuántos mexicanos murieron realmente en la pandemia?"."Es una recomendación responsable y atinada", sostiene Ximénez Fyvie, y agrega: "No creo que haya debido levantar las alertas. Pero la conversación en torno a la pandemia se ha polarizado y politizado. Ahora es complicado saber en dónde está la verdad en medio de tanta retórica. La UNAM hace una indicación absolutamente sensata porque el virus, a pesar de que la emergencia sanitaria ha sido levantada en el mundo, sigue circulando. En México la enfermedad del COVID 19 continúa representando una de las diez principales causas de muerte. Estas recomendaciones deberían de ser universales y permanentes", concluye.La experiencia de vivir con la pandemia, el confinamiento, las dificultades para ver a sus seres queridos y despedirse de ellos, de los niños creciendo con mascarilla, dejaron una huella profunda en la humanidad. A esto se añade la desconfianza e incluso teorías conspirativas sobre las vacunas."Creo que esto va a terminar siendo un tema de análisis de sociólogos, de expertos, de por qué es que se ha dado esta polarización. Hay gente que no cree en el virus y no quiere vacunarse; otros, quieren ponerse cubre-bocas, dicen que no les importa, a pesar de haber visto que millones de personas alrededor del mundo murieron a causa de la enfermedad. Y también hay el otro extremo, es decir, la gente que pretende que todos debemos encerrarnos, no salir, no ir a reuniones, usar el cubre-bocas las 24 horas del día, los siete días de la semana, los 365 días del año. Son dos polos que no ayudan en nada".Por su parte, el subsecretario de Salud de México admitió que el número de contagios ha aumentado, pero pidió no exagerar el uso masivo de la mascarilla. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el gobierno de México ya declararon el fin de la pandemia por COVID-19.