Este domingo México hará por primera vez en su historia una consulta en la cual preguntará a sus ciudadanos si desean que su presidente continúe en el poder. Esta consulta de revocación de mandato fue impulsada por el mismo Andrés Manuel López Obrador. Los mexicanos deberán elegir este domingo entre dos opciones: “Que se le revoque el mandato por pérdida de confianza" al mandatario Andrés Manuel López Obrador, o "que siga en la Presidencia de la República" hasta el fin de su mandato en 2024. Varios analistas coinciden en que, debido a la popularidad del mandatario, AMLO no tendría ningún riesgo de perder la presidencia, por lo que la verdadera campaña en las calles mexicanas se ha centrado entre votar para apoyar al presidente o abstenerse. El analista político José Luis Valdés, investigador del Centro de Investigaciones Sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM, estima que esta consulta no es un referendo revocatorio sino una campaña electoral. “Este referéndum no se lo pidió nadie al presidente. El presidente se lo sacó de la manga, como decimos en México, por su propia cuenta, y sin necesidades de que la gente se lo pidiera. No es en realidad un referéndum revocatorio, es un referéndum confirmatorio, con el objetivo de lograr que la gente se pronuncie con relación a su presidencia, y como digo y repito, con esta medida saber hasta donde las estrategias para mantenerse el poder son o no las más adecuadas, con miras a [las elecciones de] 2024. Pero peligro de que sea retirado del poder el presidente, no tiene ninguno”, explica el politólogo. En cambio, espera una abstención generalizada, ya que en México, según él, hay un sector muy amplio de poblaciones que “están prefiriendo abstenerse de la votación que legitimar la misma con su presencia en las urnas”. Valdés también se refiere al costo de la consulta y al manejo que ha tenido el gobierno en relación al Instituto Nacional Electoral: “Cuesta muchísimo dinero, pero además hay una contradicción: en la última decisión de la cámara de diputados, que es una cámara que responde a los lineamientos de López Obrador, le redujeron el presupuesto al Instituto Nacional Electoral (INE), y luego le exigen que se despliegue prácticamente en todo el territorio nacional como si tuviera el mismo presupuesto de antes, para poder hacer la consulta”. Valdés opina que después del fracaso anunciado del referéndum, se culpará “al INE de no haber hecho lo suficiente, y está muy claro que quiere apoderarse del INE por la vía de una consulta popular, para que los consejeros del INE sean electos a mano alzada, y no nombrados por una Cámara de Diputados democrática”. Para que el resultado del referendo sea vinculante, es necesario que participen al menos el 40% del electorado, pero hay dudas al respecto, ya que en la consulta del año pasado que tenía como fin investigar a expresidentes, la votación fue alrededor del 7%.