En Chile reina, por ahora, la indecisión entre los electores para la elección presidencial del próximo 21 de noviembre. Este miércoles 22 de septiembre arrancó la campaña de los siete candidatos que buscan reemplazar al presidente conservador Sebastián Piñera. Faltan dos meses para las elecciones generales en Chile y el juego nunca estuvo tan abierto desde el regreso de la democracia al país. Este miércoles 22 de septiembre empieza oficialmente la campaña con una indecisión del 50% de los votantes, según el Centro de Estudios Públicos, (CEP), un 'think tank' de tendencia liberal. Entre los favoritos se destacan el joven diputado de izquierda Gabriel Boric, el abogado de derecha Sebastián Sichel, y en tercer lugar la senadora Yasna Provoste, de la coalición de centroizquierda. El ambiente de la carrera electoral, está marcado por la pandemia de covid y la elección de una Convención Constituyente, hija del estallido social de octubre de 2019, en la que se impusieron independientes y la izquierda. El legado es una agenda progresista que podría beneficiar a dos candidatos. “Yo creo que beneficia a la candidatura de Gabriel Boric y de Yasna Provoste, que son dos candidatos de izquierda y de centro izquierda”, dice a RFI la politóloga y académica de la Universidad de Santiago, Pamela Figueroa. “Uno podría identificar estos candidatos con los partidos y los grupos políticos que históricamente han tenido una agenda más bien progresista, de cambios sociales dentro del contexto democrático”. La campaña arranca con una estrecha ventaja de Boric (13%), diputado de 35 años de la coalición de izquierda Apruebo Dignidad, que incluye al Partido Comunista. Le sigue con dos puntos menos Sichel, de 44 años, del gobernante bloque derechista Chile Vamos. Con 6% aparece la demócrata cristiana Provoste, expresidenta del Senado, que es apoyada por los partidos de la coalición de centroizquierda, incluido el Socialista. Hay otros cuatro candidatos con menos respaldo. El primer debate televisivo será este miércoles. “Hay dos temas que son importantes”, dice Figueroa. “Uno es la Seguridad Social, porque hay mucha disconformidad por el sistema de previsión social que tiene Chile. Sobre todo durante la pandemia, porque los chilenos tuvimos que financiar la crisis económica con nuestro propio ahorros previsionales, por la ausencia de política gubernamental. Y además habrá un tema que es recurrente, que es la seguridad ciudadana. Desde el estallido social y luego la pandemia, fue un tema al que se le dio una menor prioridad. Pero nuevamente, en las encuestas y en los estudios de opinión pública, aparece como un tema prioritario. Esos son los dos asuntos que me parecen importantes porque ayudan a bajar los niveles de incertidumbre. Otro tema es el económico, es decir, cuál es el plan de recuperación post pandemia”. En las elecciones primarias del 18 de julio, que convocó a 3,14 millones de ciudadanos, Boric se transformó en el candidato presidencial más joven en la historia de Chile, tras vencer al popular alcalde comunista del municipio capitalino de Recoleta, Daniel Jadue. En tanto, los electores de derecha se inclinaron por Sichel, que se postuló como independiente y, respaldado por el empresariado y Piñera, superó a Joaquín Lavín, alcalde conservador del pudiente municipio capitalino de Las Condes. La campaña viene precedida de una caída del apoyo hacia la derecha gobernante, pero la oposición de centroizquierda llegará dividida a los comicios entre Boric y Provoste. En los comicios del 21 de noviembre, a los que están convocados 14,7 millones de chilenos, también serán renovados el Congreso y los consejos de las 16 regiones del país. Las nuevas autoridades iniciarán su mandato de cuatro años el 11 de marzo. Con AFP.