"Un Estado fallido", así calificó el presidente Joe Biden al gobierno cubano este jueves. Por lo que Miguel Díaz-Canel declaró que Estados Unidos había "fracasado en su empeño de destruir a Cuba". El cruce de críticas deja claro que se aleja la promesa de Biden de aligerar las sanciones impuestas por su predecesor a la isla. ¿Qué tan bajo vuelven a caer las relaciones EEUU-Cuba? Responde Sebastián Arcos, politólogo y vicedirector del Instituto de Investigaciones Cubanas en Florida. RFI: ¿Cómo arrancan las relaciones entre Cuba y el nuevo mandato del demócrata Joe Biden? Sebastián Arcos: Mal. El régimen cubano había puesto muchas esperanzas en que una administración Biden iba a relajar inmediatamente sanciones norteamericanas que había impuesto el presidente de la administración anterior, Donald Trump. No todas, pero sí algunas sanciones que incluyen por ejemplo el tema de las remesas de ciudadanos cubanos estadounidenses hacia Cuba, el tema de los viajes de ciudadanos norteamericanos hacia Cuba y otras cosas menores del paquete de sanciones. Esto no ha ocurrido. Han pasado 6 meses y no se ha movido al respecto. RFI: Joe Biden había prometido eliminar sanciones. ¿Las protestas y las tensiones subsecuentes van a obstaculizar esa intención? Sebastián Arcos: Completamente, porque hay un precio enorme a pagar para él. No solo en términos de relaciones exteriores sino también en cuanto a la política interna de los Estados Unidos. Los votantes hispanos y cubanos en la Florida ya empezaron a cambiar el color del estado a Republicano. Un paso en falso de la administración Biden haría que la Florida pasara al mando republicano en las próximas elecciones parciales. RFI: Washington dice que intentará restablecer el acceso a internet a distancia. Biden prometió enviar vacunas a la isla pero, como dice usted, se niega a permitir el flujo de remesas. ¿A qué se debe este rechazo? Sebastián Arcos: Las remesas no están suspendidas. Siguen fluyendo con un techo. No se puede mandar más de cierta cantidad. Para una familia serían 1.000 dólares mensuales, así que la restricción no es onerosa. Antes fluía mucho más dinero y de manera mucho más rápida porque estaba operando en Cuba una compañía norteamericana, Western Union. Por ella transitaba el flujo de remesas americanas. Sucede que el régimen cubano controla la entidad bancaria cubana, que tiene necesariamente que hacer sociedad con Western Union y el cubano de a pie no recibe los dólares de esas remesas ya que van a parar directamente al banco del Estado cubano. Ese Estado le paga al ciudadano. Ya sea con pesos cubanos, a un cambio de 25 por dólar, precio que es muchísimo menor que el 60 por dólar que funciona en el mercado negro, ya sea con una tarjeta que el ciudadano cubano puede usar para recuperar las cosas que necesita o que le hacen falta en una tienda del gobierno, donde estas cosas se venden a precios inflados. De manera que el cubano lo está recibiendo el verdadero beneficio de esa remesa. Va a parar en las arcas del régimen que las usa para reprimir a su propio pueblo. RFI: El gobierno cubano responde a los manifestantes anunciado que a partir del lunes 19 de julio autoriza a los viajeros que llegan a la isla a introducir alimentos o medicinas sin costos de aduana. ¿Qué impacto real tendría esta medida? Sebastián Arcos: Prácticamente ninguno, es ridículo. El gobierno le pide a sus ciudadanos fuera del país que ayude a la población trayendo medicinas y alimentos en su maleta. Está esperando que la población cubana fuera del país se ocupe de atender la despensa y el botiquín de los ciudadanos que viven dentro de Cuba. Además, la isla limita la entrada de personas de todo tipo por restricciones de Covid, de manera que el número de cubanos estadounidenses que están viajando a Cuba regularmente en una fracción de lo que estaban viajando hace cinco o seis años.