Las jornadas de movilización continúan en Cali. Este domingo los puntos de protesta que siguen activos en la ciudad fueron escenario de conciertos y encuentros pacíficos, como en Meléndez, donde estuvo RFI. “Buenas noches para toda la comunidad que todos los días nos acompaña en nuestra velatón”, dice una mujer al micrófono: estamos en el punto de resistencia de Meléndez, calificado como uno de los barrios más peligrosos del sur de Cali, epicentro de las protestas. Una nueva velatón (homenaje con velas) convoca esta noche a un grupo de personas, en su mayoría jóvenes, que cumplen 19 días en resistencia. Luz, reconocida lideresa de paz de esta esquina de Cali, suma su voz a las de hombres y mujeres que en 20 puntos de levantamiento de esta ciudad se mantienen en pie de lucha, y ellos dicen, de defensa: “Es gracias a ustedes como comunidad, que nos ayudan a cuidarnos”, enfatiza Luz. Las pancartas hablan de los 42 muertos que según la ONG Temblores ha dejado la represión policial, de los cientos de desaparecidos, de las 16 víctimas de agresión sexual. Pero se habla en especial de Alison que, con 17 años, fue detenida arbitrariamente en Popayán por cuatro agentes de la policía antidisturbios –el SMAD, y manoseada frente a las cámaras de testigos. Horas después, Alison, hija paradójicamente de un intendente de la policía, dejó en redes sociales un mensaje con la denuncia y se quitó la vida. “Hasta lloramos de felicidad” Al otro lado de la calle, mujeres se activan para que la olla comunitaria garantice que ninguno de los jóvenes enfrente la noche con el hambre que en su mayoría padecieron gran parte de su vida: “Hasta lloramos de felicidad, de ver cómo tanta gente colaboró para que esta olla comunitaria siguiera en pie”, cuenta una mujer. Con el paso de las horas algunos regresan a sus casas. Chicos y chicas siguen en las barricadas, alrededor de pequeñas fogatas. “¿Para mi qué significa estar en primera línea? Significa sacar la cara por mi país y por mis derechos”, dice un joven, mientras una muchacha explica que lucha “por cada compañero a quien le han apagado la voz”. El próximo miércoles los manifestantes volverán a paralizar la ciudad. Mientras tanto las negociaciones con los representantes del paro están lejos de lograr el desmonte de estos puntos de resistencia. Hay muchos mártires y demasiada desconfianza. Y sobre todo, una juventud unida como nunca antes y decidida a resistir, hasta cambiar la historia.