La playa de Huntington en California, conocida como la capital del surf, se ha convertido en el escenario de un nuevo desastre ambiental. Varios buzos de la compañía Amplify Energy tratan de encontrar las causas del derrame de petróleo en la costas californianas mientras que se intenta que la mancha negra no se expanda y llegue a zonas protegidas. Se trata de uno de los derrames de petróleo más devastadores de la última década frente a las costas de California según las autoridades del condado de Orange. Agregaron que la cifra inicial de 3.000 barriles de crudo, más de 570.000 litros, vertidos en el Océano Pacífico puede que se quede corta y que el desastre ambiental, así como sus consecuencias, sean mucho mayores. Hasta ahora se desconocen las causas, una de las teorías apunta al ancla de un barco que habría perforado el oleoducto de la compañía Elly, operada por Beta Offshore, una filial californiana de Amplify Energy Corporation. “Lo que estamos viendo aquí es un episodio más de las interminables tragedias y desastres y catástrofes petroleras que asolan no solamente a Estados Unidos, sino a varias partes del mundo”, dice a RFI Javier Sierra de la ONG ambientalista Sierra Club. “Hay varias plataformas petroleras a lo largo de la costa de California que están extrayendo crudo. Entonces este accidente puede ocurrir prácticamente en cualquier momento, cualquier día, en cualquier hora. Estamos hablando de 170 toneladas de crudo que están empapando alguna de las zonas más prístinas de la costa sur de California, varios pantanos, playas. Y al mismo tiempo también está contaminando alguna de las propiedades inmobiliarias más caras, no solamente de Estados Unidos, sino del mundo. Estamos viendo que el resto de las comunidades sufren un olor espantoso a crudo por toda la costa”. Pese a las labores de limpieza, se sabe que la mancha de petróleo de 34 kilómetros se ha infiltrado ya en el pantano de Talbert, una gran reserva ecológica, causando "daños significativos". Lo que se busca evitar es que alcance la reserva ecológica de Bolsa Chica y los humedales de Huntington Beach, la playa conocida como la capital del surf del país. “Queremos que se prohíban por completo todas las explotaciones petroleras en las costas de Estados Unidos. Son innecesarias”, dice Sierra. “Tenemos los conocimientos y las tecnologías para generar esa energía de manera limpia y renovable por medio del viento, lo que se llama bosques eólicos en las costas de Estados Unidos. Desgraciadamente, en este país [esa tecnología] está muy poco desarrollada en comparación con otros, como Dinamarca o Noruega”. Representantes republicanos de la zona afectada han enviado una carta al presidente Joe Biden pidiendo que se declare al condado de Orange en situación de catástrofe grave lo que permitirá liberar fondos federales para ayudar en las tareas de limpieza. En el Congreso hay también varias iniciativas que buscan acabar con las energías fósiles y poner así fin a las plataformas de explotación de petróleo. “Lo que está ocurriendo en el Congreso de los Estados Unidos es histórico”, dice Sierra. “Nosotros estamos muy metidos en esta pelea. Queremos apoyar todo lo posible para que estas iniciativas parlamentarias tengan éxito y finalmente Estados Unidos se convierta en el líder mundial en el combate contra el cambio climático”. Una de estas iniciativas proviene del gobernador demócrata Gavin Newsom que quiere poner fin a las perforaciones petrolíferas en el estado para 2045. La producción de petróleo en esta costa ya ha disminuido drásticamente desde la década de 1990, en parte debido a las estrictas normas medioambientales del Estado. El gobernador demócrata Gavin Newsom incluso anunció que quiere poner En reacción a la catástrofe, Michelle Steel, la republicana que representa a parte de la zona afectada, no tardó en enviar una carta al presidente demócrata Joe Biden, solicitando una declaración de catástrofe grave para el condado de Orange, lo que liberaría fondos federales para ayudar en las tareas de limpieza. Sin embargo, el domingo, la supervisora del condado de Orange, Katrina Foley, declaró que el petróleo se había infiltrado en el pantano de Talbert, una gran reserva ecológica, causando "daños significativos".