El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, anunció en Glasgow la creación de una nueva reserva marina en las islas Galápagos y pidió la condonación de deuda externa del país a cambio de su conservación. Se trata de otros 60.000 kilómetros cuadrados que se suman a la zona de preservación ya existente. Es el canje de deuda por acciones en favor del medio ambiente más grande que se haya realizado en el mundo, dijo el presidente Lasso al presentar la nueva área marítima de protección absoluta en Galápagos. La reserva, establecida en 1998, crecerá hacia el norte sobre la cordillera submarina de Los Cocos (que nace en el archipiélago y se extiende hasta México) e implica no producción pesquera industrial, y al noroeste para evitar la pesca artesanal. RFI entrevistó a Mauricio Castrejón, especialista en conservación y pesca artesanal en áreas marinas protegidas, quien participó en la elaboración del proyecto de canje. RFI: ¿En qué consiste este trueque de deuda por conservación? Mauricio Castrejón: Una de las grandes críticas es, si se crea la reserva, ¿cómo se va a financiar? Porque existen muchas reservas que sólo están creadas en papel. Entonces la propuesta es financiar la nueva reserva a través de un canje de deuda. Se propone una reestructuración de la deuda equivalente a 1.000 millones de dólares, con ahorros en beneficios directos para el gobierno del Ecuador, que sumaban 635 millones de dólares, con la intención de crear un fondo de sostenibilidad para financiar la administración de esta nueva reserva en términos de control vigilancia. También para invertir en proyectos que promuevan la pesca sostenible, proyectos de certificación pesquera, emprendimientos de pesca, básicamente promover una economía azul. Este es el mayor canje de deuda en términos de monto que se realizaría en la historia. RFI: Otro gran interrogante es ¿cómo se va manejar este fondo? MC: Cuando se propuso este canje de deuda hubo críticas, inclusive de la Armada, de que esto iba a afectar la soberanía del país. No se está vendiendo la soberanía del país porque el Ecuador sigue manteniendo la administración sobre su zona económica exclusiva. Lo que se hace es administrar un fondo en donde sí hay participación de las personas que compran el fondo, o del grupo de inversionistas que compra el fondo junto con el gobierno, junto con el sector pesquero. RFI: La creación de esta nueva reserva marítima de 60.000 kilómetros involucra a los países vecinos directamente concernidos como Colombia, Panamá y Costa Rica. ¿Qué les corresponde a ellos? MC: Les corresponde hacer lo mismo que Ecuador, o sea, proteger estas rutas migratorias de los tiburones, de las tortugas, puesto que de nada sirve que se protejan aquí en Galápagos o en el Ecuador, si al final, cuando salgan de los límites de la zona económica exclusiva del Ecuador hacia Costa Rica, los van a pescar allá. Tiene que haber una armonización de las normas que protegen a este tipo de especies y dentro de esas normas está la ampliación de las áreas de protección de sus zonas críticas, es decir de migración, de alimentación, para asegurar una mayor supervivencia de estas especies y mitigar el potencial impacto de la pesca ilegal, que es la que regularmente los afecta. Ecuador, con 17,7 millones de habitantes, afronta una crisis económica agravada por el covid-19 con una deuda externa de casi 46.000 millones de dólares (45% del PIB). Del total del pasivo ecuatoriano, un 15,6% corresponde a otros países, como Inglaterra, España, Estados Unidos, entre otros, según el Banco Central. Con AFP.