El Senado estadounidense aprobó este martes el "histórico" paquete para infraestructuras planeado por Joe Biden. El presidente aplaudió el acuerdo bipartidista y prometió que el proyecto "transformará Estados Unidos". El proyecto de ley sobre infraestructuras, que aún necesita ser aprobado en la Cámara de Representantes, ha sido calificado de “histórico” por su colosal inversión de 1,2 billones de dólares. De ser aprobado, financiaría obras en carreteras, puentes y puertos, así como agua potable e internet de banda ancha. El plan de inversión en infraestructuras prevé 550.000 millones de dólares de nuevo gasto federal. Si se tiene en cuenta la reorientación de otros fondos públicos existentes, se llega a un total de 1,2 billones de dólares, el equivalente al PIB de España en 2020. En su discurso en la Casa Blanca, Joe Biden dijo que esto crearía miles de puestos de trabajo y subrayó que este proyecto demuestra que era posible “trabajar juntos”, refiriéndose a la oposición republicana, que fue crucial para la aprobación en el Senado. ?Lea también: Infraestructuras, el pilar de Biden para relanzar la economía “La administración Biden ha entendido que los proyectos y programas de infraestructura requieren de un esfuerzo amplio”, analiza para RFI el economista Federico Villalobos, especialista en infraestructura de la firma Deloitte para América Latina. El experto destaca así la importancia de un acuerdo bipartidista. “El éxito de este programa necesitaba el sello del grupo opositor republicano para garantizar que pueda seguir en el tiempo más allá de la duración de la administración Biden en la Casa Blanca y de los cambios en la Cámara en años venideros”, dice. Movilidad eléctrica Villalobos apunta además que en Estados Unidos las necesidades de remodelación son amplias. El mega proyecto se enfoca en “carreteras, puertos, puentes e incorpora algo muy importante para la administración Biden, que es la apuesta por la movilidad eléctrica”, detalla. Tras meses de negociaciones, este paquete fue aprobado por mayoría simple con el respaldo de varios republicanos, un hecho inusual en el polarizado Congreso. Su futuro, sin embargo, parece más incierto en la Cámara de Representantes.