La detención este lunes del opositor Freddy Guevara en Venezuela siembra dudas en la comunidad internacional sobre la voluntad de diálogo del gobierno de Nicolás Maduro con la oposición, además de la credibilidad de las elecciones de alcaldes y gobernadores previstas para noviembre. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, confirmó el lunes que México será la sede de las negociaciones que se impulsan con la oposición, pero insistió en condicionar su participación en el levantamiento de sanciones y el cese de supuestos planes para derrocarlo. Las declaraciones de Maduro se producen tras la detención, más temprano, del exdiputado Freddy Guevara, un cercano colaborador del líder opositor Juan Guaidó, que ha estado detenido antes, y a quien la Fiscalía le imputará los delitos de "traición a la patria" y "terrorismo". "Algunos de estos sectores, por solicitud de ustedes, diputados, los hemos indultado de causas anteriores, pero salen indultados, salen en libertad e inmediatamente se incorporan a buscar delincuentes, a pagar grupos violentos y a preparar magnicidios y asesinatos", dijo Maduro, sin nombrar directamente a Guevara. La detención también pone en tela de juicio la verdadera voluntad del régimen de Maduro de celebrar elecciones creíbles. El analista del International Crisis Group para Venezuela, Phil Gunson, considera que a pesar de los esfuerzos de la nueva autoridad electoral que ha mejorado algunas condiciones y supone mayores garantías, aún no se puede asegurar confianza total en estas elecciones. “Hay mayores garantías que en las elecciones recientes, porque el gobierno así lo ha decidido y porque se ha nombrado una autoridad electoral más tribal, que entre sus cinco miembros principales incluye a dos figuras destacadas de la oposición. Ahora, nadie cree que las elecciones van a ser totalmente libres en esta ocasión. Pero ciertamente va a haber mayor confianza”, estima Gunson. El analista también asegura que la oposición está muy dividida y carece de coordinación .“La verdad es que no está preparada para nada y está muy desorganizada. Tiene tiempo sin participar en los procesos electorales; carece de recursos, de gente. La oposición no tiene grandes esperanzas de ganar una mayoría, por ejemplo, en las gobernaciones. Podrían quizás recuperar algunos espacios y retener los pocos espacios que han ocupado en los últimos años”, sostiene. “La importancia de la elección, más que los resultados como tales, es la recuperación de la vía electoral como una vía para, en última instancia, recuperar la institucionalidad del país. Pero va a ser un proceso muy largo”, advierte.