El presidente electo de Perú, Pedro Castillo, tendrá como reto clave la gestión de la pandemia, pero también deberá ganar confianza en materia económica. Cuando los mercados contaban con la victoria de la derechista Keiko Fujimori, todas las alarmas se encendieron con el balotaje del pasado 6 de junio. El temor a un giro izquierdista, luego de tres décadas de políticas económicas liberales, provocó una auténtica "fuga de capitales". Explicó Hugo Ñopo, economista e investigador del Grupo para el Análisis del Desarrollo, en declaraciones a RFI. Hugo Ñopo: Mucha gente tenía miedo, hay unas estimaciones que dicen que se han fugado alrededor del 6% del PIB en estas seis semanas, ¡eso es mucho dinero! Castillo tiene que dar más señales todavía, respecto a quien será su Ministro de Economía, quienes serán sus ministros de Producción, de Industrias, del trabajo. Todas estas son señales pendientes que Castillo tiene que ir develando para ir tranquilizando cada vez más a los mercados. RFI: ¿Cree entonces que sus políticas económicas serán moderadas al principio de su mandato? Él está en una disyuntiva en este momento, ser fiel a sus promesas de campaña o ser fiel a lo que le resultará más sensato a la economía. Antes de la construcción de ese socialismo o comunismo, que se vive en Venezuela, ha habido un paso previo que es el autoritarismo, entonces aquí en Perú, en ese sentido, felizmente el Congreso es opositor. El también economista Javier Herrera, aseguró que Pedro Castillo ya ha enviado claras señales de tranquilidad a los inversores, que podrían interpretarlas como una oportunidad. Javier Herrera: Todavía no se sabe (lo que pasará). Ha habido varios signos que tienden a tranquilizar en cierto modo a los inversionistas nacionales y extranjeros frente al programa inicial, el ideario de Perú libre, que era un programa bastante gaseoso y en cierto modo muy intervencionista. El mismo Castillo ya propuso a Julio Velarde, que ya lleva varios años en la dirección del Banco Central, que mantenga su puesto. Todo va a depender del balance entre puestos de orden más político y otros de orden más técnico y también de las relaciones que él va a tener con el Congreso en dónde nada está asegurado para él y al mismo tiempo las reuniones en dónde se ha indicado cuál es la política que piensa seguir el gobierno de Castillo que no es muy distinta a la que estaba aplicando el gobierno de Piñera, que no es un gobierno precisamente de izquierda Los analistas coinciden en lo improbable de una agenda de reformas radicales en el país andino, dada la falta de mayoría legislativa de Pedro Castillo, e insisten en no comparar la actual crisis económica con la situación en Venezuela.